DOS AÑOS DESPUÉS DE LA INVASIÓN DE IRAK
JOSÉ MANUEL CALVO | Washington
El presidente premia la lealtad de su equipo y reordena sus peones dentro y fuera del Gobierno
Hace dos años, George W. Bush entró en una guerra que respaldaba el 70% de los estadounidenses. Ahora, el 53% cree que no mereció la pena, pero esos mismos ciudadanos dicen -y con ellos, otras voces fuera de EE UU- que los iraquíes están mucho mejor que antes y son optimistas sobre la agitación democrática que recorre Oriente Próximo.
Miles de personas participaron ayer en manifestaciones contra la guerra y la ocupación de Irak cuando se cumplen dos años de la invasión. La protesta más multitudinaria tuvo lugar en el Reino Unido, donde decenas de miles pidieron la vuelta de las tropas británicas. En la foto, una manifestante en Glasgow.
Una de las grandes paradojas de la estrategia de la Administración de Bush en Oriente Próximo dos años después de la invasión de Irak es la de tener que contar con los chiíes, su aliado más improbable.
La secretaria de Estado de Estados Unidos, Condoleezza Rice, exigió ayer a Corea del Norte que regrese a la negociación sobre su programa nuclear e hizo un llamamiento a China para que se democratice y desempeñe un papel más importante en ese diálogo multilateral.
ERNESTO EKAIZER | Madrid
La justicia chilena recorre el laberinto creado para ocultar la fortuna ilegal del general
A efectos de las relaciones entre Rusia y Ucrania, la revolución naranja ha terminado para dejar paso a una nueva etapa de trabajo práctico, que dará prioridad a la economía y al incremento de la cooperación energética.
CARTA DEL CORRESPONSAL
| París
J. M. MARTÍ FONT | París