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LA LIDIA

Los empresarios taurinos piden medidas para paliar la enfermedad de la 'lengua azul'

La enfermedad de la lengua azul ha resultado ser un problema de ámbito nacional, especialmente para el sector taurino. También conocida como fiebre catarral ovina, de tipo viral y transmitida por un mosquito, afecta a ovinos, caprinos y bovinos. Aunque no es contagiosa, ni pasa a la cadena alimentaria, las medidas cautelares adoptadas por el Ministerio de Agricultura se centran en la inmovilización provisional de animales, así como su concentración, estableciendo zonas restringidas (gran parte de Andalucía, Extremadura y Castilla La Mancha) y una zona libre, en la que se encuentran Madrid y Salamanca.

Con el inicio de la temporada taurina, y una nueva orden ministerial prevista para el próximo 1 de abril, la Asociación de Organizadores de Espectáculos Taurinos (ANOET) se ha movilizado. Exige medidas urgentes y específicas "por las consecuencias que se pueden originar en el sector, además de las repercusiones sociales y económicas por la posible suspensión de ferias completas".

La normativa actual permite el movimiento de animales siempre y cuando su destino sea el matadero, y establece para las reses de lidia su sacrificio en las plazas de destino. El traslado fuera de la zona restringida estará autorizado por la comunidad autónoma de destino, el transporte estará desinfectado y los animales serán confinados en corrales cerrados hasta el momento de la lidia. Los sobreros que no se utilicen serán sacrificados. La normativa contempla las corridas de toros y novilladas, excluye otros espectáculos taurinos y prohíbe las concentraciones o exhibiciones.

196 ganaderías afectadas

Ciento noventa y seis ganaderías, de un total de 331 que pertenecen a La Unión de Criadores de Toros de Lidia, estarían afectadas por encontrarse dentro de la zona restringida. Y, por tanto, "el número de reses del resto de ganaderías sería insuficiente para la celebración de todos los espectáculos en España y Francia", asegura Óscar Martínez, vicepresidente de ANOET.

Los empresarios taurinos piden que no se consideren mataderos o centros de concentración a las instalaciones auxiliares de las plazas de toros (como la venta del Batán), "que por la actividad que realizan no tienen nada que ver". Creen que supone un gran daño económico sacrificar a los animales que no saltan al ruedo como sobreros o los que no pasan el reconocimiento. Además, solicitan el retorno de los animales a las explotaciones de origen, elaborar un sistema que permita sacar a los animales de las zonas donde exista un foco infeccioso y la creación de un protocolo que permita la realización de espectáculos populares en las calles porque "es difícil imaginar la suspensión de festejos tan arraigados como los encierros de Pamplona".

"Ante el abandono que sufre la fiesta", dijo Óscar Martínez, "se hace necesario la creación de una Fundación para el Fomento de la Fiesta", que contará con los ingresos de las retransmisiones de televisión y estará inscrita en el Ministerio de Cultura.

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