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Crítica:COMER
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Compendio actualizado de sabores ibéricos

EL TAXIDERMISTA propone en Barcelona tres menús de mediodía y logradas especialidades

José Carlos Capel

Desde hace más de un lustro, casi escondido en un rincón de la plaza Real de Barcelona, trabaja este desenfadado restaurante que atrae a una clientela variopinta. Al mediodía, cuando sus comedores se atiborran de profesionales y turistas, se imponen sus tres menús, que se despachan a buen ritmo sobre manteles de papel y sin contemplaciones excesivas. Por las noches, justo cuando su ambiente se torna más bohemio y sosegado, cobran valor las especialidades de su carta, repleta de platos españoles con preponderancia de los catalanes y ciertos detalles orientales. Sus responsables, Berta Muñoz, directora de sala, y Víctor Izquierdo, cocinero, parecen empeñados en revivir la memoria histórica de los sabores ibéricos.

EL TAXIDERMISTA

Plaza Real, 8. Barcelona. Teléfono 934 12 45 36. Cierra los lunes. Precio aproximado, entre 35 y 40 euros. Menús de mediodía (martes a viernes), 7,40, 8,60 y 16,36 euros. Sopa de pescado, 7,90. Bacalao al vapor con 'mongetas', 14,75. 'Confit' de pato a la catalana, 12,80. Tarta tatin, 4,95.

Pan ... 5,5

Café ... 6

Bodega ... 5

Servicio... 6

Ambiente... 6,5

Aseos ... 5

No es de extrañar que en el listado figuren recetas que ni resultan complejas ni se tarifan a precios elevados, aunque algunas tiendan a resultar exiguas.

Sólo con sus entrantes y sugerencias para picar se pueden componer menús atractivos. Como muestra, la sopa de pescado, la crema de espárragos con huevo, las verduras al vapor o la paella con gambas. Platos que contemplados desde fuera resumen una comida refugio bien actualizada y mejor presentada, aunque de innegable fondo casero.

Para compartir se proponen unas discretas croquetas de jamón, además de raciones de jamón ibérico y gambas a la plancha. Y para seguir, muchas alternativas. Es armónico el plato de bacalao confitado, un timbal frío montado con verduras y las lascas de pescado, pero apunta a vulgar el foie-gras de pato en compañía de dulce de membrillo y reducción de vino dulce Pedro Ximénez. A pesar de que las sardinas no están en temporada, sus lomos se emplean para cubrir una sabrosa coca que se adorna con xamfaina (fritada de verduras).

En los platos de más entidad se mantiene la misma tónica sin que ninguno llegue a sobresalir por encima de un nivel medio. Dentro del listado llaman la atención el pato confitado a la catalana, el marmitako de bonito y los calamarcitos encebollados con tres arroces. No desmerece el carré de cordero, ni tampoco el pollo al curry. Nada que ver con la brocheta de pollo yakittori, que está mal ejecutada.

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Comedor del restaurante El Taxidermista, en Barcelona.
Comedor del restaurante El Taxidermista, en Barcelona.JORDI BARRERAS

CARTA 'BISTROT'

EL TAXIDERMISTA ocupa el local donde antiguamente se encontraba el museo del mismo nombre. Se trata de un gran espacio, con mesas a la altura de la plaza, un salón reservado en la planta alta y mesas individuales en la baja. Sus cocinas, que se alborotan durante los turnos de mediodía y de noche, permanecen abiertas de manera ininterrumpida desde la una del mediodía hasta la una de la madrugada. Cualquiera que desee comer entre horas puede elegir las opciones de la carta bistrot, listado independiente de especialidades en el que figuran platos desenfadados, desde calamares a la romana, patatas bravas y queso del Roncal hasta una contundente hamburguesa con patatas, por ejemplo. Casi con el mismo régimen funciona su recoleta terraza, en un rincón de los soportales de la plaza.Sus menús de mediodía ofrecen (los días entre semana)variaciones en función de sus precios. Incluyen dos platos y postre con la posibilidad de elegir cosas especiales (foie-gras, lubina, steak tartar), con recargos específicos. El listado de vinos, escueto pero suficiente para sus aspiraciones, contiene un poco de todo. Vinos de moda, marcas tradicionales y algunas botellas de relumbre a precios sensatos. Donde la casa fracasa es en el capítulo goloso. Salvo la espuma de crema catalana, bien delicada, lo demás no vale nada.

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Sobre la firma

José Carlos Capel
Economista. Crítico de EL PAÍS desde hace 34 años. Miembro de la Real Academia de Gastronomía y de varias cofradías gastronómicas españolas y europeas, incluida la de Gastrónomos Pobres. Fundador en 2003 del congreso de alta cocina Madrid Fusión. Tiene publicados 45 libros de literatura gastronómica. Cocina por afición, sobre todo los desayunos.

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