"Trabajo con lo que me sucede en la vida"
Gabriel Orozco (Xalapa, México, 1962) dice riéndose que tiene la mejor colección de balones "usados" de México. Él mismo se ha representado como una bola enorme de plastilina negra, que pesa igual que el artista y que rueda por el mundo impregnada de huellas y rastros. Las pelotas, los círculos y las ruedas están muy presentes en su obra. Irónico y conceptual, habla de movimiento, velocidad, y cuerpo humano.