Un alto tribunal da vía libre al proceso de Pinochet por la Operación Cóndor

La cuarta sala de la Corte de Apelaciones de Santiago rechazó ayer por unanimidad el recurso de amparo que interpuso la defensa del ex dictador Augusto Pinochet para paralizar el procesamiento que dictó el juez Juan Guzmán en contra del general, acusándole de ser autor de 10 crímenes de la Operación Cóndor. Los tres magistrados no consideraron el accidente vascular cerebral que sufrió el sábado Pinochet, y por el cual permanece internado en el Hospital Militar de Santiago, y fallaron con base al mérito del proceso, dando un fuerte respaldo a Guzmán.

El contundente revés judicial que sufrió la defensa del ex dictador redujo sus caminos para evitar el procesamiento, detención domiciliaria y embargo de los bienes de Pinochet, como dictaminó Guzmán, a una nueva apelación, esta vez ante la segunda sala de la Corte Suprema. A última hora de ayer, la defensa interpuso este recurso de habeas corpus, de uso poco frecuente y de rápida resolución, por lo que en medios judiciales se prevé que la próxima semana habrá terminado esta escaramuza judicial.

En su fallo de ocho páginas, los integrantes de la sala cuarta -Jorge Dahm, Juan Escobar y Patricio Villarroel- determinaron que el juez Guzmán dictó el procesamiento de Pinochet con apego a todas las formalidades del Código Penal, entre ellas el realizar un examen del mérito de los antecedentes de que dispone para formarse una convicción. Desechan también el argumento al que acudió la defensa, al sostener que Guzmán no tenía jurisdicción, a partir del fallo anterior con que la Corte Suprema sobreseyó a Pinochet del caso por los 75 crímenes de la caravana de la muerte.

El tribunal también rechazó el recurso porque las condiciones para el procesamiento "se presentan cumplidas", en lo que constituye un fuerte espaldarazo al juez Guzmán. Éstas son: notificar al imputado del procedimiento que le afecta; otorgarle un plazo razonable para comparecer y exponer sus derechos; permitirle presentar medios de prueba de sus asertos; que "sea un tribunal imparcial (...) el que reciba las pruebas y juzgue en definitiva el caso, dictando su sentencia en un plazo razonable", y que exista la posibilidad de revisión de lo fallado, por un tribunal superior, igualmente imparcial.

Al conocer este fallo, los querellantes y parientes de víctimas de las violaciones de los derechos humanos en la dictadura reaccionaron con gritos de alegría y aplausos en los pasillos del palacio de tribunales. Aunque estos magistrados habían votado por el desafuero del ex dictador y en otros casos de militares en retiro que han intentando acudir al habeas corpus, que supone la inexistencia de condiciones de justicia, éstos han sido rechazados; igualmente existía cierta cuota de incertidumbre por el clima generado con Pinochet internado en el Hospital Militar.

Uno de los abogados querellantes, Eduardo Contreras, declaró: "Éste es el fallo que esperábamos: un tres a cero que confirma que tenemos la razón y la imposibilidad de sostener que Pinochet se encuentra en estado de locura o demencia. Toda su actuación teatral del fin de semana no ha tenido sentido", afirmó.

En el equipo de juristas que acusa a Pinochet se tiene la convicción de que la defensa del ex dictador erró el camino al intentar atacar el procesamiento con un habeas corpus. Según ellos, esto demuestra la falta de argumentos que tienen para sostener la inocencia de su cliente frente a los cargos que le hizo el juez, de autor de nueve secuestros calificados (que persisten hasta hoy porque los cuerpos de las víctimas no han aparecido), de un homicidio, en el marco de la Operación Cóndor, la coordinación represiva de las dictaduras suramericanas en los años setenta y ochenta, para asesinar opositores.

El portavoz del ex dictador, el general retirado Guillermo Garín, fue el encargado de darle ayer la noticia de su nueva derrota en tribunales. Pinochet, hospitalizado desde el sábado después de sufrir un accidente vascular cerebral, "está enterado muy someramente y muy simple". "No he entrado en detalles (...) ya no le afecta, él está un poco al margen de estas cosas", afirmó Garín.

La esposa de Pinochet, Lucía Hiriart, lo acompaña en el Hospital Militar donde está internado y donde ha experimentado una recuperación después de desmayarse y sufrir alteración de su motricidad y déficit neurológico durante el accidente vascular, según los médicos. Garín indicó que la familia de Pinochet está más preocupada por la salud del general que por la situación judicial por la que atraviesa.