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Desmantelada una banda de falsificación de tarjetas de crédito en Castellón

La mayoría de los 55 detenidos son rumanos

María Fabra

Tras cinco meses de investigación, la policía culminó ayer la operación para desmantelar una importante red de falsificación de tarjetas de crédito, en la que fueron detenidas 55 personas. La policía atribuye a la banda numerosos delitos de falsificación y uso fraudulento de tarjetas de crédito y débito, robos con fuerza, falsificación de documentos y robos con intimidación. El fraude cometido por esta organización, que sustraía las tarjetas en España y en el extranjero, asciende a varios millones de euros, según fuentes del Cuerpo Nacional de Policía.

La mayoría de los arrestados son de origen rumano y las detenciones se produjeron en Castellón, Valencia, Benicàssim, Vila-real y La Pineda (Tarragona). La brigada de la policía judicial de Valencia y la Udyco de Castellón efectuaron, durante el desarrollo de la operación 14 registros en domicilios y 7 en establecimientos comerciales en diferentes lugares de Valencia, Castellón, Tarragona y Quart de Poblet, donde se intervino material abundante, fundamentalmente lectores de tarjetas, ordenadores y material informático para la falsificación y clonación de tarjetas, tarjetas de crédito/débito, dinero, documentos, cámaras de vídeo, vehículos, armas de fuego y otros efectos obtenidos mediante robos. El fraude cometido por esta organización, que sustraía las tarjetas en varios países y en España asciende a varios millones de euros, según fuentes policiales.

Las pesquisas se iniciaron con el control de varios grupos de delincuentes rumanos que operaban en la provincia de Castellón. Dos meses después, se iniciaron otras gestiones en torno a una banda organizada, compuesta también por ciudadanos rumanos residentes en Castellón, dedicada a la falsificación tarjetas de crédito. Una operación conjunta de agentes de Madrid, Valencia y Castellón detectó el modus operandi de estos grupos, que consistía en la falsificación de tarjetas que les permitan, de manera fraudulenta, efectuar compras en diferentes establecimientos, o bien la extracción de dinero a través de cajeros automáticos de oficinas bancarias.

Lector magnético

La banda duplicaba las tarjetas en el local de uno de sus miembros, donde pasaba la tarjeta por un lector magnético que conserva los datos. Otro método utilizado para hacerse con números de tarjetas de crédito empleaba la instalación de lectores en las puertas de acceso a las oficinas bancarias, donde los clientes para abrir la puerta de acceso pasan sus tarjetas de crédito.

Según las mismas fuentes, la red contaba con uno de los medios más sofisticados para la falsificación de tarjetas de crédito ya que, con una sola documentación de identidad falsa, podían utilizar el nombre del usuario en multitud de tarjetas de crédito "dobladas". Además, sus miembros instalaban cámaras en cajeros automáticos para conocer el número secreto con el que operaban sus titulares. Estos números de identificación procedían de diferentes países, las tarjetas se duplicaban en España y eran utilizadas en distintas ciudades. Con este sistema, la banda disponía de un plazo de tiempo suficiente para extraer dinero hasta que el titular legítimo tenía conocimiento del fraude.

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