El Rey alaba el modelo cooperativo de Mondragón y desea que surjan más grupos similares
Don Juan Carlos pone la primera piedra de un centro de innovación para 2.000 investigadores
El rey Juan Carlos elogió ayer a Mondragón Corporación Cooperativa (MCC) y manifestó que en la sociedad española debería haber más "movimientos" empresariales de estas características porque son "buenos para los trabajadores, para Euskadi y para España". Los Reyes acudieron a Mondragón (Guipúzcoa), sede del grupo, para poner la primera piedra de un centro de innovación e inaugurar la ampliación de Fagor Electrodomésticos.
La visita regia tenía para Mondragón Corporación, primer grupo empresarial vasco y séptimo en el conjunto de España, un significado especial ante las campañas de desprestigio que ha sufrido en Internet, con acusaciones de tener lazos con ETA. El presidente de MCC, Jesús Catania, recordó ante los Reyes que hace 35 años el fundador del movimiento cooperativo vasco, el sacerdote José María Arizmendiarrieta, escribió al marqués de Mondéjar, jefe de la entonces Casa del Príncipe, una carta en la que invitaba a don Juan Carlos a visitar las cooperativas.
El presidente de MCC dijo a los Reyes que la colocación de la primera piedra del Polo de Innovación Garaia, un centro sin ánimo de lucro que empleará en 12 años a 2.000 investigadores, y la inauguración de la nueva línea de lavavajillas de Fagor Electrodomésticos, que ha supuesto una inversión de 68,5 millones, representa la realización de un "sueño". Catania detalló que el grupo emplea ahora a 75.000 personas en 15 países. El polo Garaia es una iniciativa de MCC que cuenta con cuatro socios: el Ayuntamiento de Mondragón, la Diputación de Guipúzcoa, el Gobierno vasco y el grupo Mondragón. Éste dedica el 5% de su valor añadido a la innovación y su primer centro tecnológico, Ikerlan, se inauguró en 1974.
Los Reyes acudieron a Mondragón con la ministra de Vivienda, María Antonia Trujillo, y estuvieron acompañados por el lehendakari, Juan José Ibarretxe, entre otras autoridades. Batasuna había hecho un llamamiento al boicot. Su exhortación a parar la producción en MCC no fue secundada. Un millar de personas se manifestaron contra la visita. Varios encapuchados volcaron algunos coches y contenedores. No llegaron a acercarse a donde se encontraban los Reyes, que fueron recibidos con aplausos por un centenar de personas.
