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Cheney y Rumsfeld apadrinan a Karzai en su toma de posesión como presidente afgano

El mandatario se compromete a combatir el terrorismo y el tráfico de drogas

Entre fuertes medidas de seguridad, Hamid Karzai prestó juramento ayer por la mañana como presidente de la República Islámica de Afganistán en un acto celebrado en Kabul que contó con la presencia de 400 políticos locales y 150 dignatarios internacionales, entre ellos el vicepresidente de EE UU, Dick Cheney, y el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld. El mandatario, que venció en las elecciones celebradas el 9 de octubre, las primeras que se celebran por sufragio universal en este país, agradeció el apoyo de la comunidad internacional y prometió combatir el narcotráfico y el terrorismo.

"Juro en nombre de Dios Todopoderoso respetar y proteger la religión sagrada del islam, respetar y supervisar la aplicación de la Constitución y de otras leyes, salvaguardar la independencia, la soberanía nacional y la integridad territorial de Afganistán", afirmó Karzai con una mano sobre el Corán. Vestido con su tradicional caftán verde, Karzai y sus dos vicepresidentes, Ahmed Zia Masud y Mohamad Karim Jalili, prestaron juramento ante el presidente de la Corte Suprema, Fazel Hadi Shinwari, en un gran salón de ceremonias en la entrada del palacio presidencial de Kabul, antiguo palacio real.

La toma de posesión de Karzai se produce tres años después de la conquista de Kandahar, la ciudad del sur de Afganistán y feudo del régimen fundamentalista de los talibanes, que fueron expulsados del poder por una coalición internacional dirigida por EE UU. Karzai, un dirigente pastún con un fuerte respaldo en la región sur del país, se convirtió en presidente interino en diciembre de 2001. En este tiempo, el mandatario ha sobrevivido a un intento de asesinato y a los conflictos constantes entre los distintos grupos étnicos. Afganistán se enfrenta todavía a problemas de integración entre regiones y grupos étnicos y al poder de los señores de la guerra, como Abdul Rashid Dostum, que controlan extensas zonas geográficas.

Karzai fue elegido en los comicios presidenciales del 9 de octubre, los primeros que se celebran por sufragio universal, a los que se refirió durante su discurso de investidura. "Cada voto representó un voto para Afganistán, tanto si hubiera sido para cualquiera de los otros candidatos como para mí", manifestó.

Prioridades

Antes de expresar sus agradecimientos a la comunidad internacional, el presidente fijó las prioridades del Gobierno, cuya composición anunciará en pocos días. "Nos hemos comprometido al fortalecimiento de la seguridad y a garantizar la estabilidad, a eliminar el cultivo de la amapola [base del opio] y la lucha contra el tráfico de drogas, a propiciar el desarme y la desmovilización de los ex combatientes y la erradicación de la pobreza", aseguró. "Nuestro combate contra el terrorismo no ha terminado. La victoria requiere una cooperación seria y continua a nivel regional e internacional", puntualizó.

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Además del férreo cordón de seguridad en la ceremonia de investidura, las autoridades ordenaron a la población que permaneciera en sus hogares y la policía afgana acordonó los cuatro kilómetros que separan el aeropuerto del palacio presidencial. Las tropas de EE UU y de otros países de la OTAN intensificaron sus patrullas por tierra y aire.

Karzai (izquierda) saluda al presidente de la Corte Suprema, Fazel Hadi Shinwari, durante la toma de posesión.
Karzai (izquierda) saluda al presidente de la Corte Suprema, Fazel Hadi Shinwari, durante la toma de posesión.REUTERS

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