El autor iraquí Jabbar Yassin reúne en 'El lector de Bagdad' ocho cuentos escritos durante su largo exilio
El pasado de la vieja Mesopotamia y el presente de un Bagdad bombardeado, lo fantástico y lo real, el sueño y la memoria: todo esto cabe en el libro El lector de Bagdad (Siruela), del iraquí Jabbar Yassin Hussin, que fue presentado ayer en Madrid. También los personajes que desfilan por sus páginas provienen de los más diversos ámbitos: aparecen no sólo el propio autor y la mítica Sherezade (Las mil y una noches), sino también, entre otros, Jorge Luis Borges. Un hecho que no deja de entusiasmar a Alberto Manguel, que ha escrito el prólogo al libro. El crítico y ensayista argentino aseguró que en los últimos tiempos ha leído poco libros "tan memorables como éste".
Sin embargo, el hilo conductor, tanto de los ocho cuentos que constituyen el presente volumen como de toda la producción literaria de Yassin, es sobre todo la experiencia del exilio, como explicó el autor ayer. Hace ya 27 años que el novelista y poeta se vio forzado a huir de su país y se instaló en Francia. Es allí donde ha desarrollado prácticamente toda su su carrera literaria -en la que predominan el cuento infantil y la poesía-, aunque ya ejerció el periodismo durante su juventud en Irak.
"Cuando uno se exilia, se pregunta en cada instante: ¿quién soy yo?", comentó. La escritura, entonces, supone una posibilidad de acercarse a una respuesta, a identificarse y a sobrevivir, según Yassin. El escritor contó que durante todos los años del exilio llevaba su patria consigo, en la memoria. No obstante, cuando por fin pudo regresar a Irak, "no había vuelta atrás al paraíso de la infancia". En mayo de 2003, tras la caída de Sadam Husein, Yassin volvió por primera vez a Irak. "Es otro país, pero también sigue siendo el mismo". De todos modos, no se quedó. Vivir allí, después de tantos años, le resultaría difícil: "Soy otra persona". Yassin destacó sobre todo la necesidad de una "reconstrucción del espíritu". "El desastre del ámbito cultural fue casi más grande que el desastre en el ámbito material durante los últimos 25 años", señaló. El escritor, por su parte, ha enviado 10.000 libros, material escolar y ordenadores para los jóvenes de Irak.
