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Schmitt ahonda en su 'ciclo de lo Invisible' en las creencias intangibles

'El señor Ibrahim y las flores del Corán' se estrena este mes en Madrid

Eric-Emmanuel Schmitt es el autor de teatro vivo más representado en Francia. Su Trilogía de lo Invisible, recién publicada en España, habla del cristianismo, judaísmo, budismo e islam: Milarepa, Óscar y Mamie Rose y El señor Ibrahim y las flores del Corán. Este último texto se estrena este mes en el Centro Dramático Nacional con versión y dirección de Ernesto Caballero y con Juan Margallo y Julián Ortega como protagonistas.

Aunque el propio autor denominó estos libros Trilogía de lo Invisible (Editorial Obelisco), ahora los define como un ciclo. De hecho, el cuarto relato ha sido publicado en Francia y otros países. "Un ciclo que habla de las religiones", afirma Schmitt, nacido en Lyón en 1960 y que se adentra por igual en el ensayo, la poesía, la novela o los musicales y que ha llevado al cine algunas de sus obras.

Milarepa trata del budismo; Oscar y Mamie Rose aborda el cristianismo, y El Señor Ibrahim y las flores del Corán, el judaísmo y el islam. Esta última obra se ha llevado a la gran pantalla y lleva tres años de éxitos en un teatro parisino. En Madrid se estrenará el día 20 de noviembre en la sala Princesa del teatro María Guerrero. En principio, eran textos para el teatro: "La gente los leyó como pequeñas novelas, pero están hechos para decir en escena", dice el autor.

Schmitt transita por conductas y filosofías llenas de sabiduría a través de sus personajes. Lo hace también contando historias de niños que pasan por situaciones difíciles. Óscar tiene leucemia y va a morir. Momó fue abandonado por sus progenitores y va a perder al padre adoptivo. Milarepa vive tragedias personales, como el asesinato de su padre. "Son situaciones dramáticas, pero, en cambio, estos niños tienen fuerza, ganas de vivir y se encuentran con seres especiales", como una enfermera jubilada, un sufí o un maestro budista, "seres excéntricos que les ayudan a ser felices, porque la felicidad no consiste en ignorar el sufrimiento, sino en integrarlo", dice.

El autor achaca el éxito de sus libros a que presenta historias terribles, pero los libros no son dramáticos, se expresan con humor. "Cuando un niño tiene leucemia no hay que ahondar en lo patético, que haya optimismo no es negar el mal..., la muerte o el dolor pueden ser reconocidos por el optimismo que lo trasciende, lo que puede ser vital y lúcido".

Schmitt define sus libros de relatos de iniciación en los que los personajes no hacen proselitismo: " Sólo muestran cómo viven con esas convicciones en plena armonía", dice Schmitt, al tiempo que denuncia que el problema de nuestra sociedad es que vivimos corrompidos por la duda y el espíritu crítico: "Algo que está bien, pero no podemos dejar de aportar respuestas y los adultos de mis relatos las dan, por eso son seres solitarios y excéntricos, pero lo que hacen es con una gran humildad, con una gran sencillez, por eso llamo a estos libros ciclo de lo Invisible, porque son historias de creencias intangibles".

Eric-Emmanuel Schmitt.
Eric-Emmanuel Schmitt.BERNARDO PÉREZ
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