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LA CARRERA HACIA LA CASA BLANCA | La batalla de los Estados clave

Las irregularidades desatan la polémica en Florida y Ohio

El riesgo de empate y las nuevas normas hacen temer batallas legales tras la votación

¿Habrá presidente en la madrugada del martes al miércoles de la próxima semana -como ha ocurrido siempre en EE UU, excepto hace cuatro años- o se abrirá de nuevo una peligrosa fase de demandas, recuentos y tribunales? Pueden ocurrir las dos cosas, pero ya hay señales de problemas en media docena de Estados. En dos de ellos, en los que los sondeos pronostican empates, Florida y Ohio, se escuchan ya los truenos de la posible tormenta.

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Los expertos se dividen al pronosticar que no ocurrirá nada, porque es raro que se repitan las diferencias de unas decenas de votos que justificarían los recuentos, o que estén dadas todas las condiciones para el caos. Casi 20.000 abogados están listos para actuar, y algunos ya lo hacen: en Florida han desaparecido decenas de miles de solicitudes de voto por correo en Broward, el condado más poblado. Brenda Snipes, supervisora electoral, dice que se enviaron 127.320 respuestas a peticiones de voto: más de 50.000 se han recibido, pero no se sabe nada del resto. Snipes ha dicho que se han vuelto a enviar y que hay tiempo aún. Además, según el Daily News, 46.000 habitantes de Nueva York están registrados para votar en la ciudad y en Florida. Son datos que disparan las alarmas en un Estado en el que las elecciones de 2000 se decidieron por 537 votos.

En Ohio, los republicanos sospechan que hay 35.000 nuevos registros que no cumplen los requisitos, porque les enviaron propaganda electoral y el correo ha devuelto las cartas. Quieren que se revisen los casos, pero la juez Susan Dlott lo ha rechazado, por ahora. Los demócratas acusan a los republicanos de intimidación; éstos dicen que tendrán a 3.400 interventores en los distritos sospechosos para exigir identificaciones.

Todo dependerá de factores inciertos que los sondeos no aclaran: el porcentaje real de participación -se espera que bata un récord, y el aumento suele favorecer a los demócratas- y el número de votos de los nuevos electores. Ambos partidos reclaman haber registrado a millones de personas y ambos se acusan de procedimientos poco escrupulosos para hacerlo. Hay, además, un elemento nuevo este año a escala nacional: la norma que prevé en los 193.000 centros electorales de EE UU la atribución de votos provisionales para los electores con problemas como el olvido de documento de identidad o errores de nombre o domicilio. La validez de esos votos provisionales se determinará posteriormente, pero hay exigencias diferentes: en 28 de los 50 Estados, por ejemplo, únicamente vale el voto emitido en el centro que corresponde.

En Florida, el recuerdo del caos de hace cuatro años concentra a miles de abogados, interventores y observadores nacionales e internacionales. Es el Estado en el que más se han renovado los sistemas de votación, pero los incidentes ya surgidos, además de los efectos de los huracanes y los pronósticos de empate hacen que esté en el centro de la atención. En Ohio -en donde no se ha admitido la votación electrónica y el 70% del Estado utilizará papeletas perforadas- un tribunal acaba de decidir que no se tendrán en cuenta los votos provisionales en el primer recuento y que sólo se contarán, como los votos por correo, 10 días después de la fecha de las elecciones. Wisconsin es uno de los Estados en los que el registro está abierto hasta el mismo día 2 de noviembre. Pensilvania cuenta con cinco sistemas diferentes de votación, lo que complica el recuento.

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Una agente de la comisión electoral del condado de Broward, en Florida, organiza el reparto de votos por correo.
Una agente de la comisión electoral del condado de Broward, en Florida, organiza el reparto de votos por correo.AP

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