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Defensa cede parte del Gómez Ulla a la sanidad pública, que operará cada año a 3.500 pacientes

Simancas exige que se convierta en "hospital de referencia" de Carabanchel y Latina

Oriol Güell

La presidenta del Gobierno regional, Esperanza Aguirre, del PP, y el ministro de Defensa, el socialista José Bono, firmaron ayer un convenio de colaboración para que el hospital militar Gómez Ulla (Carabanchel) comience de forma inmediata a atender a pacientes de la sanidad pública.

Después, el ministro acudió a últimas horas de la tarde, junto con Rafael Simancas, portavoz socialista en la Asamblea, y su compañera Trinidad Jiménez, portavoz en el Ayuntamiento de Madrid, a una reunión con las asociaciones de vecinos de Carabanchel y Latina en un salón de actos de la avenida de Nuestra Señora de Fátima.

El acuerdo establece que el Gómez Ulla dedicará 500 de sus 1.000 camas a la sanidad pública y realizará entre los meses de noviembre de este año y de 2005 más de 3.500 operaciones (1.512 intervenciones quirúrgicas ambulatorias y 2004 con hospitalización), 36.324 pruebas diagnósticas, 2.422 procesos de rehabilitación y radioterapia, y 5.000 consultas con médicos especialistas. El Ministerio de Defensa recibirá, a cambio, 6,12 millones de euros del Gobierno regional. Defensa, por su parte, se compromete a modernizar las instalaciones y a abrir, en breve tiempo, las 500 camas citadas, ya que ahora sólo están disponibles unas 150.

El uso civil del Gómez Ulla descargará de pacientes, a partir de la próxima semana, a los hospitales del Doce de Octubre y el Clínico. Estos centros públicos - junto con el Gregorio Marañón, La Paz, y Ramón y Cajal- son los únicos de la región con más de 1.000 camas, pero también son los que sufren más problemas de saturación.

El ministro Bono cumplió, horas después de la firma del convenio con Aguirre, su compromiso de acudir a informar del acuerdo a los vecinos. Debido al gran atasco de tráfico en que se vio atrapada su comitiva, Bono decidió trasladarse en metro al lugar de la cita. El titular de Defensa se mostró contento de poder mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, para lo cual, según dijo, está "dispuesto a entenderse incluso con el PP".

Simancas, el líder de los socialistas madrileños, se congratuló de que los madrileños cuenten con un nuevo hospital. Pero advirtió de que es sólo un primer paso, ya que su deseo es que el Gómez Ulla se convierta en hospital de referencia para los vecinos de la zona.

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La Consejería de Sanidad descarta, de momento, que el hospital Gómez Ulla se convierta en hospital de referencia para los ciudadanos del distrito de Villaverde, una vieja reivindicación vecinal. "Pero más adelante, con el nuevo mapa sanitario de la región que está en elaboración, estudiaremos esta posibilidad. De momento, los pacientes seguirán acudiendo al Doce de Octubre y al Clínico, y serán estos hospitales los que, en algunos casos, decidirán si remiten a los enfermos al Gómez Ulla", explicó un portavoz de Sanidad.

El hospital militar Gómez Ulla es, con más de 1.000 camas, el más grande de los hospitales que el Ministerio de Defensa tiene en toda España. En los últimos años, sin embargo, más de dos tercios de su capacidad han permanecido fuera de servicio ante la disminución del número de soldados como consecuencia de la profesionalización del Ejército y del fin del servicio militar obligatorio.

El acuerdo firmado entre Defensa y el Gobierno regional es, en síntesis, parecido al que la Sanidad firma con las clínicas privadas concertadas: el Gómez Ulla pone a disposición de la sanidad pública una parte de sus servicios y ésta le paga una cantidad por ellos.

Defensa, sin embargo, está obligada a ofrecer los estándares de calidad y seguridad exigidos por Sanidad, por lo que el hospital militar deberá adaptarse a estas exigencias. El ministerio deberá comprar varios equipos médicos indispensables, así como un mobiliario más moderno, ya que muchas de sus dependencias permanecen en desuso desde hace varios años.

El Gómez Ulla pondrá a disposición de la sanidad pública cuatro bloques quirúrgicos y un total de 500 camas. Las 3.516 intervenciones quirúrgicas que asumirá el hospital militar (1.512 ambulatorias y 2.004 con hospitalización) corresponden a 102 procedimientos quirúrgicos de 10 especialidades distintas: traumatología, oftalmología, urología, cirugía plástica, maxilofacial, ginecología, cirugía general, otorrinolaringología, neurocirugía y cirugía infantil.

La mayor parte de los actos médicos acordados, sin embargo, serán pruebas diagnósticas -36.324 de aparato digestivo, urología, neumología, medicina nuclear y radiodiagnóstico- y procesos terapéuticos -2.422 de rehabilitación, radioterapia y hemodiálisis-. Asimismo, el convenio establece que 5.000 enfermos de la sanidad pública serán visitados por médicos especialistas militares en 10 especialidades, que van desde la pediatría a la psiquiatría.

Estas cifras de actos médicos previstos corresponden al año comprendido entre noviembre de 2004 y 2005. Defensa recibirá por ellos 1.552.269 euros en lo que queda de 2004 y 4.566.807 en los primeros 10 meses de 2005. De aquí a un año, Sanidad y Defensa volverán a negociar las cifras de actos médicos y el pago, ya que el convenio tiene una vigencia de dos años, prorrogables a otros 10.

La Consejería de Sanidad y el Ministerio de Defensa crearán asimismo una comisión de seguimiento del convenio, formada por tres miembros de cada organismo, que será presidida alternativamente por un miembro de Defensa y otro del Gobierno regional por un periodo de un año.

Esperanza Aguirre y José Bono destacaron en el acto de ayer el "excelente servicio y calidad asistencial" que los ciudadanos de Madrid recibirán en el Gómez Ulla y resaltaron la voluntad de colaboración de ambos organismos para "beneficio de la sociedad".

Por su parte, el portavoz del PSOE en la Asamblea, Rafael Simancas, afirmó ayer que la cesión del Gómez Ulla a la sanidad pública regional es fruto de la "sensibilidad y el esfuerzo del Gobierno socialista", que permitirá, según dijo, que "los ciudadanos de Madrid cuenten con un nuevo hospital público para la utilización civil". Señaló, además, que ahora le corresponde a Esperanza Aguirre evitar que estas instalaciones se conviertan en "un centro comodín o de apoyo" y otorgarles el carácter de "hospital de referencia para los vecinos de Carabanchel y Latina".

El ministro José Bono, entre sus compañeros socialistas Rafael Simancas y Trinidad Jiménez, en el acto celebrado ayer tarde con los vecinos de Carabanchel y Latina.
El ministro José Bono, entre sus compañeros socialistas Rafael Simancas y Trinidad Jiménez, en el acto celebrado ayer tarde con los vecinos de Carabanchel y Latina.EFE

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Sobre la firma

Oriol Güell
Redactor de temas sanitarios, área a la que ha dedicado la mitad de los más de 20 años que lleva en EL PAÍS. También ha formado parte del equipo de investigación del diario y escribió con Luís Montes el libro ‘El caso Leganés’. Es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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