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Un homenaje recuerda la relación entre José Agustín Goytisolo y la música

Música y poesía son algo más que una pareja de hecho. Especialmente en la obra de José Agustín Goytisolo (1928-1999). Joan Manuel Serrat, Amancio Prada, Soledad Bravo y Mercedes Sosa, entre otros, se atrevieron a musicar sus versos. Y por supuesto Paco Ibáñez, el cantautor que popularizó masivamente los poemas El lobito bueno y Me lo decía mi abuelito. A Ibáñez se le rompió ayer la voz al cantar Palabras para Julia en el simposio que todos los años la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) dedica al autor de La noche le es propicia. En esta ocasión el encuentro se centró en la fecunda ligazón entre el poeta y quienes sacaron sus versos de las bibliotecas en forma de melodías.

"A José Agustín Goytisolo le encantaba que cantaran sus poemas. No únicamente los profesionales, sino también la gente de la calle", dijo la escritora Carme Riera, quien dirige desde su fundación la Cátedra Goytisolo. Esta iniciativa acoge buena parte del fondo documental del poeta, cedido por su viuda, Asunción Carandell, y su hija, Julia Goytisolo.

El homenaje, celebrado por la mañana en la Facultad de Filosofía y Letras de la UAB, arrancó con la interpretación del poema Palabras para Julia a cargo de la coral de la universidad, dirigida por Poire Vallvé. Le siguió la conferencia del profesor Antoni Rossell titulada Música y poesía. "La oralidad aumenta la difusión, pero difumina la autoría. Muchos son capaces de tararear El lobito bueno sin saber que se trata de un poema de José Agustín Goytisolo", apuntó el conferenciante.

La jornada continuó con una charla en la que participaron algunos cantantes de los poemas de Goytisolo: Paco Ibáñez, Petri Jiménez, Ramón García y José Luis Jiménez, estos últimos integrantes del grupo Los Goliardos.

Un par de guitarras arrinconadas anunciaban que la cita acabaría en concierto. Ibáñez

empezó invitando al público a cantar juntos el poema El lobito bueno. La sala estaba llena de estudiantes que aceptaron el envite. Todos a una entonaron: "Había una vez un lobito bueno / al que maltrataban todos los corderos". La viuda del poeta y su hija siguieron emocionadas el breve recital desde la primera fila. "Ha sido un acto sencillo y me alegro", agradeció Carandell. "Tratándose de José Agustín es mejor evitar el boato".

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"Era un poeta muy preocupado por los conflictos sociales. Además, siempre decía que no tenía amigos, sino amigas. Uniendo las dos cosas, nos planteamos dedicar una jornada a las mujeres maltratadas", avanzó Riera como posible contenido del simposio del próximo curso.

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