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LA NEGOCIACIÓN DE LAS CUENTAS PÚBLICAS DE 2005

Los ministros, insatisfechos con el reparto

Luis R. Aizpeolea

El Presupuesto elaborado por el Ministerio de Economía y Hacienda para 2005 ha dejado insatisfechos a casi todos los ministros del Gobierno. El viernes de la pasada semana, cuando el vicepresidente Pedro Solbes explicó el reparto, la protesta fue generalizada. Los ministros señalaron que con esas cuentas se complicaba mucho el cumplimiento del programa electoral. La subida general del Presupuesto se fijó en el 6,4% y, sin embargo, algunos departamentos, como Medio Ambiente y Agricultura, experimentaban incrementos inferiores incluso a la previsión de aumento de los precios. Otros departamentos subían un 6%, como Interior, pero sin que ese aumento permitiese afrontar todas las inversiones anunciadas por los socialistas en ese área. Incluso el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, donde se incluye un aumento del 25% en las partidas dedicadas a investigación, los gastos previstos en Energía son insuficientes, según los responsables de este departamento. En Justicia, la subida era inferior a la que este ministerio experimentó en el ejercicio pasado, cuando gobernaba el PP. Entonces, el ahora ministro, Juan Fernando López Aguilar, que hacía la oposición a los populares en ese área criticó la subida, del 7,2%, por insuficiente.

El aumento presupuestario afectará fundamentalmente a las partidas que gestiona directamente la Administración del Estado, mientras que no experimentarán subidas importantes las transferencias a las comunidades autónomas.

En la sesión del Consejo de Ministros de ayer, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, expresó su apoyo al reparto decidido por Solbes, lo que suavizó el debate. El vicepresidente económico había conseguido en la última semana ajustar los Presupuestos para sacar otros 250 millones de euros, que repartió entre los departamentos que más habían protestado.

Algunos ministerios, entre ellos Fomento y Trabajo, han resuelto sus necesidades de gastos mediante instrumentos administrativos. En Fomento se creará la Agencia Estatal de Infraestructuras para abordar las inversiones necesarias. En el caso de Trabajo, sus programas sociales podrán ser financiados en parte con el superávit de la Seguridad Social.

El vicepresidente explicó a los ministros que este reparto presupuestario podría incluso aumentar algo durante el trámite parlamentario.

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