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OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

'Okupas' en Pamplona

El defecto social de la derecha navarra es creer que tiene razón porque desprecia. Acto seguido, los despreciados no linchados, deben prosternarse. Esta gente elevada no sufre que unos cientos de jóvenes, faltos de todas las pólizas del mundo, se monten un club juvenil en locales yermos como el viejo Euskal Jai pamplonés. Terminó un decenio, sonó el despertador y guardias y excavadoras fueron una sola carne.

La derecha aparenta funcionar con una legalidad perogrullesca, pero Navarra y Pamplona no son forales sino camaleónicas; ahora son demócratas, ahora históricas y luego histriónicas, quiebran sus leyes o las cambian como un turmix. Lo inverosímil es la savia de nuestra convivencia.

El rostro más hondo de la desokupación del Euskal no parece sólo un problema de juventud y legalidad, sino de la anacrónica, malvada y estúpida guerra de clases que la derecha pamplonesa mantiene por su cuenta contra todo el mundo, sea vecino o sólo huésped de Pamplona. Actualizada a trompicones entre el gran negocio y la torpeza, Pamplona es feliz con su Ayuntamiento, reincidentísimo en portarse mal con el pagano, en destruir historia milenaria y embarrarnos con lustros de obritas céntricas mercantiles, sin pedir excusas ni ahorrar desafueros.

Si en lo legal el municipio puede esgrimir contra los okupas el Aranzadi completo, en lo histórico y social tiene un millón de tarascas atrailladas.

Estos okupas se disolverán en la nada individual porque han okupado un viejo hangar, no se han infiltrado como termitas en el maderamen de los antros de poder civil, militar y policial de la ciudad, de las Españas ni de occidente. Espero que no les aticen a estos pobres cadena perpetua si es que con sus andamios han jodido alguna antigüedad milenaria, de ésas que en ciudades gobernadas por sí mismas son respetadísimas.

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