Sin pistas del paradero de tres periodistas europeos
Nadie sabe nada desde el pasado viernes de Georges Malbrunot y Christian Chesnot, periodistas del diario Le Figaro y de Radio France International. Los dos corresponsales de guerra se alojaban en el hotel Dulaymi, de Bagdad, y se declararon dispuestos a emprender un viaje a Nayaf. "Christian tenía la intención de entrevistar al jefe radical chií Múqtada al Sáder", explicó ayer Michel Polacco, director de France Info, la cadena de información continua de Radio France.
El dato facilitado por Polacco coincide con las palabras del director de Le Figaro, a quien, cuando habló por última vez con su enviado especial, el viernes por la mañana, éste le aseguró: "Me voy para Nayaf, tengo para cuatro horas". No hay, en cambio, coincidencia entre los testimonios del recepcionista del hotel Dulaymi y el hijo del chófer que, se supone, les condujo a Nayaf. Si el primero asegura que los dos periodistas aún fueron vistos en el hotel el viernes por la noche, el segundo sitúa el momento de la desaparición el viernes por la mañana.
El hotel Dulaymi está ahora bajo sospecha, pues ya son cuatro los periodistas alojados en él que han desaparecido -dos fueron secuestrados y los otros dos, de nacionalidad francesa, están en paradero desconocido-, así como hombres de negocios que vivían en residencias situadas justo enfrente del hotel. La gran mayoría del personal que trabaja en el hotel es de origen chií.
La hipótesis del secuestro
Un día antes que los dos franceses, desapareció Enzo Baldonide, periodista de la revista italiana Diario. En los tres casos los responsables de los tres medios de comunicación han dicho estar interesados en "abrir todos los canales oficiales" para encontrar a sus redactores. "La hipótesis del secuestro es cada vez más plausible", decían en Le Figaro. El Ministerio de Exteriores francés explora también "la posibilidad de que estén ingresados en algún hospital".
Esta hipótesis se aleja poco a poco. Polacco dijo ayer a France Presse que no habían encontrado ninguna pista en los centros de salud y que Radio France mantenía contactos con la Cruz Roja. "Estamos preocupados, pero mantenemos las esperanzas, ya que no hemos recibido malas noticias", confió a la agencia francesa Pierre Rousselin, redactor jefe de Internacional de Le Figaro.
