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Nueve jubilados en el banquillo por pagar relaciones sexuales a cinco niñas que se retractan en el juicio

Nueve jubilados se sentaron ayer en el banquillo de los acusados del Juzgado de Lo penal número doce de Valencia. La fiscal pide para cada uno dos años de prisión por un delito de prostitución de menores. Las defensas, la libre absolución. De las cinco chicas, menores entre 1996 y 1998, víctimas de los hechos, la principal testigo dijo no recordar nada de lo ocurrido, otras tres aseguraron que en su día mintieron por presiones policiales y la quinta no compareció en el juicio. El que en aquel momento era responsable de menores de la unidad adscrita de la Policía Nacional afirmó que la detención de los inculpados -fueron inicialmente llamados a declarar 40 de los que se imputó el delito a diez, uno de ellos en muy delicado estado de salud por lo que ayer no estaba entre los acusados- se hizo después de una investigación de dos años y aseguró no tener dudas de lo ocurrido.

Fueron los servicios sociales los que alertaron a la policía de que algo ocurría en la vida de Josefina, entonces de 12 años, y sus hermanas Ana María y María José, de 14 y 13 años respectivamente, cuando ocurrieron los hechos, en relación con la prostitución. A la denuncia de la administración local se sumaron las vecinales. La policía investigó entre 1996 y 1998. Según consta en el escrito fiscal, las tres hermanas y dos amigas tuvieron encuentros en diferentes lugares de Llíria, Pobla de Vallbona y L'Eliana con los acusados. En esos encuentros mantuvieron relaciones sexuales previo pago de 30 a 90 euros.

Tanto la representante de los servicios sociales del Ayuntamiento de Llíria como la perito -que informó sobre el perfil de la principal testigo sin haber podido entrevistarla personalmente- coinciden en calificar a la víctima principal de "mentirosa" y "manipuladora".

Josefina, ahora con 20 años, dijo ayer no recordar nada. "Lo he pasado muy mal, me estoy separando y no me acuerdo de lo que pasó". Sus dos hermanas y una amiga de ellas dijeron que habían mentido por "presiones policiales". "La policía decía que si no decíamos eso nos encerraría en el centro de Godella y llevaría preso a nuestro padre", explicaron. A pesar de ello, la fiscal dijo que la declaración del jefe de policía -que calificó de espontáneos y veraces los testimonios de las chicas cuando ocurrieron los hechos-, así como la instrucción del juez de Llíria, permiten concluir que las relaciones sexuales existieron. De hecho, uno de los acusados reconoció haberlas mantenido con una de ellas y añadió que creía que era mayor.

Varios de los acusados esperaban ayer antes de la vista en la Ciudad de la Justicia de Valencia.
Varios de los acusados esperaban ayer antes de la vista en la Ciudad de la Justicia de Valencia.TANIA CASTRO
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