Mártires del Compás cree que "el flamenco está en peligro"
El grupo edita su sexto álbum, 'Simpapeles.es Compapeles.com'
Chico Ocaña, cantante y compositor de Mártires del Compás, conoce bien las fronteras. Este gaditano de 46 años, nacido al lado del Peñón del Gibraltar, ha sufrido dos veces la emigración: cuando fue a trabajar a Alemania y cuando tuvo que trasladarse desde su San Roque natal a Sevilla. Por eso ha dedicado Simpapeles.es Compapeles.com, el sexto disco del grupo, a los emigrantes: "Los esclavos del siglo XXI".
Pasan por ser los inventores del flamenco billy, género que Chico Ocaña define como "flamenco sacado de la trastienda del señorito y de la fiesta pagada". A ritmo de tango, bulería o pasodoble, Mártires del Compás reinventa el flamenco en cada disco. "Vivimos como los palestinos, en tierra de nadie. No somos ni flamencos ni rockeros, ni punkies; partimos de los palos tradicionales y los vamos evolucionado, algo que a los críticos no les gusta nada. El flamenco está en peligro de extinción", dice.
Barba, melena por encima del hombro, camiseta y vaqueros, el cantante de Mártires del Compás asegura que su trabajo tiene que ver con su manera de mirar la vida: "Antes de viajar por el mundo yo decía que era de San Roque, ahora digo que he nacido allí". Ésa parece ser su filosofía y la del disco: "Cuando llega alguien de Europa le llamamos extranjero o guiri, pero si viene de África se le tacha de emigrante. Estos años pasados de conservadurismo a ultranza no han hecho sino agudizar las diferencias, aunque hace unos días, en un país de un gobierno tripartito, vi cómo desalojaban a de una iglesia a un grupo de emigrantes que pedía que se legalizara su situación".
Un grupo de reclusos abrasados en una comisaría de Málaga o los brotes de racismo de El Egido fueron el detonante de este nuevo trabajo. Simpapeles, compapeles está deliberadamente mal escrito porque así lo pronuncian los africanos que llegan a las costas andaluzas a bordo de pateras. Tras cada canción se oculta una imagen captada en la retina de Ocaña. Son como crónicas diarias de lo que sucede a su alrededor. Quiso ser torero, le apasiona el fútbol e hizo el servicio militar en El Pardo. A cada instante de su vida, Chico Ocaña sería capaz de ponerle letra y convertirlo en una metáfora de un mundo en conflicto. Así surgen temas como Metamorfosis, basada en la noticia de unos guardias civiles que salían del armario, o Galicia, "escrita al hilillo del chapapote".