El Gobierno aplaza el vaciado del 'Prestige' para buscar con un robot a los marinos del 'O Bahía'

El Gobierno ha decidido paralizar las labores de vaciado de los tanques del Prestige, que se habían iniciado con éxito ayer mismo, para trasladar uno de los robots submarinos que se emplean en la operación a la Costa da Morte (A Coruña), donde se sumará a la búsqueda de los cadáveres de cinco de los 10 fallecidos en el naufragio del pesquero O Bahía. Sólo unas horas después de que de los técnicos de Repsol lograran extraer las primeras 300 toneladas de fuel de las más de 13.000 que alberga aún el pecio del buque causante de una catástrofe ecológica en Galicia, el Ministerio de Fomento llegó a un acuerdo con la petrolera para reforzar el rescate de los cinco desaparecidos.

Los cuerpos de los cinco marineros que permanecen desaparecidos se suponen atrapados en el casco del pesquero, a unos 80 metros de profundidad, según los cálculos más recientes, frente a las islas Sisargas, en la Costa da Morte.

El exitoso inicio de la esperada operación para vaciar el Prestige y conjurar el peligro de nuevas mareas negras en la costa gallega había sido anunciado a mediodía en Vigo por la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, y el presidente de Repsol, Alfonso Cortina.

Durante la madrugada, una de las lanzaderas, enormes recipientes metálicos, se acopló al orificio abierto por los robots submarinos en los tanques del petrolero y, después de 15 horas, recogió 300 toneladas de fuel. Se ponía en marcha definitivamente una compleja misión que está previsto concluir en octubre, cuando "si Dios quiere, el problema del Prestige habrá desaparecido", según anunció el vicepresidente de la compañía petrolera, Miguel Ángel Remiro.

Demandas de las familias

Casi al mismo tiempo, el Gobierno buscaba soluciones para atender las demandas de las familias de los cinco marineros del O Bahía aún desaparecidos, que suplicaban un esfuerzo para que les devolviesen los cuerpos arrebatados por el mar.

A última hora del viernes, empeoraron las noticias sobre la situación del pesquero hundido, en cuyo interior se supone que quedaron atrapados cinco de los 10 fallecidos en el naufragio del pasado miércoles.

El estudio de las imágenes de sónar captadas por un equipo de buzos trasladados especialmente desde Alicante mostró que los restos del O Bahía se encuentran a 80 metros bajo el océano y no a 50, como se había divulgado tras los primeros cálculos.

A esas profundidades, la falta de luz, las fuertes corrientes de la zona y la imposibilidad de emplear bombonas de oxígeno presentan dificultades casi insalvables para los submarinistas, incluso por un equipo especializado de escafandristas, como el que ayer inició las primeras inmersiones en el lugar del hundimiento.

A primera hora de la tarde, el Gobierno ya había hecho gestiones para trasladar a Galicia un batiscafo con base en Santander, según informaron fuentes próximas a los responsables de la operación de rescate.

El minisubmarino automático puede ofrecer una visión más nítida de los restos del naufragio. Además dispone de un brazo articulado que, entre otras utilidades, permitiría seccionar el aparejo de pesca del O Bahía, que se teme se haya desovillado durante la inmersión y cubra el pecio obstaculizando el acceso.

Acuerdo con Repsol

Pero a última hora del día se dio un paso más. Fomento anunció que, tras una conversación entre la ministra, Magdalena Álvarez, y el presidente de Repsol, Alfonso Cortina, se había decidido enviar a la Costa da Morte uno de los cuatro robots empleados en la sofisticada operación de vaciado del Prestige, hundido a 3.800 metros, una profundidad abisal en comparación con los 80 metros a los que se encuentra sumergido el O Bahía.

El robot tendrá que ser transportado más de 250 kilómetros hacia el norte, la distancia entre los lugares de ambos hundimientos. Técnicos de Fomento y Repsol negociaban anoche los detalles del traslado y del instrumental que se requiere. Aunque la extracción del fuel queda "aplazada", según precisó el ministerio, fuentes de la administración central en Galicia aseguraron que la pérdida momentánea del robot no afectará al trabajo previsto para los próximos días. La misión inmediata de los técnicos de Repsol que han organizado la operación es ahora trasvasar las 300 toneladas recogidas en la lanzadera a un buque tanque, el Odín.

En la Costa da Morte, los buzos realizaron a última hora de ayer sus primeras inmersiones con el propósito de inspeccionar por primera vez los restos del O Bahía y comprobar en qué estado quedó el aparejo de pesca.