Más de 5.000 vecinos despiden en Redondela a los fallecidos
Los aires de la Salve marinera, entonada por todos los que pudieron romper el nudo de emoción en la garganta, despidieron ayer en Redondela (Pontevedra) a cinco de los 10 tripulantes del pesquero O Bahía, que se hundió el pasado miércoles. Fue una multitudinaria ceremonia en el campo de fútbol de Santa Marina, a la que asistieron más de 5.000 personas, y en la que faltaban cinco féretros, los de los tripulantes que permanecen desaparecidos en la Costa da Morte (A Coruña), donde el barco se fue a pique.
Con el paisaje de fondo de la ría de Vigo, toda la localidad de Redondela, donde residían siete de los fallecidos, se movilizó para acompañar a las familias en su dolor y en la despedida a los cinco tripulantes del O Bahía cuyos cuerpos fueron hallados el pasado jueves. Más de 5.000 personas llenaron el graderío y el aforo de sillas dispuestas sobre la hierba sintética del campo de fútbol de Santa Mariña, donde el obispo de Tui-Vigo, José Diéguez Reboredo, ofició el funeral con una decena de sacerdotes, al que asistieron las primeras autoridades de las instituciones gallegas; la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, y la ministra de Agricultura y Pesca, Elena Espinosa.
Una carpa montada para la ocasión albergó la tribuna con el altar. Abajo, en primera línea, los cinco féretros, tras ellos los familiares y detrás las autoridades, los miembros del Gobierno; el presidente de la Xunta, Manuel Fraga, y siete de sus consejeros, y en filas sucesivas, alcaldes, concejales, dirigentes de los principales partidos políticos y de asociaciones ciudadanas, líderes sindicales o representantes de la Universidad, una multitud que simbolizaba el homenaje de toda Galicia a sus marineros. Tras la Salve marinera, Fraga y las ministras dieron el pésame a los familiares, uno de ellos con un cartel de Nunca Máis en su camiseta. Después, parte del pueblo acompañó solidariamente a los familiares en los entierros, ya sin medios de comunicación.