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Fomento ordenó alejar el 'Prestige' tres horas después de pedir auxilio, según una grabación

La torre de control de Finisterre exigió al remolcador, sin previa inspección: "Sacadlo fuera, a alta mar"

Una transcripción de las conversaciones registradas tras la avería del Prestige, el 13 de noviembre de 2002, entre el remolcador Ría de Vigo y la torre de control de Finisterre demuestra que el anterior Gobierno ordenó alejar el petrolero a las tres horas de que pidiera socorro y sin ninguna valoración de sus daños. La torre de Finisterre fue tajante: "La orden es sacar el barco hacia afuera, hacia alta mar". El diálogo no plantea resistencias de la tripulación a colaborar. Más bien evidencia asombro de que los tripulantes insistan en mantenerse a bordo del petrolero, que tenía inundada la cubierta y vertía crudo.

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La transcripción, recientemente incorporada al sumario instruido por el juez Javier Collazo en Corcubión (A Coruña) por el hundimiento del petrolero, de una conversación en español entre la torre de control de Finisterre, dependiente de Fomento, y el remolcador Ría de Vigo, que trabajaba a las órdenes de Salvamento Marítimo, se sitúa a las 18.17 del 13 de noviembre de 2002. Tres horas después de que el petrolero, cargado con unas 76.000 toneladas de fuel, pidiera socorro por avería. El diálogo se desarrolla así.

'Ría de Vigo'.

Hola Finisterre.

Torre de Finisterre. Vale, Ría de Vigo. Tienes al parecer un cabo por ahí, a popa, y, por lo tanto, una vez que llegues a la posición del barco, coges el remolque y le das remolque al barco, hacia fuera, lo sacas, lo sacas hacia fuera, cambio.

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'R. de V.'. Lo que quería decir es que esta gente no sé cómo no se sale. El barco está hasta el manifold [bocas de salida del petróleo sobre cubierta] hundido.

T. de F. Vale, vale. Nada. Es problema de ellos. Es su responsabilidad y, bueno, ellos sabrán lo que hacen. Aquí lo que se les ha dicho es que lo que tenían que hacer era abandonar el barco. Se mantienen, en fin, en la decisión de que se siga a bordo. Y, bueno, ya has escuchado lo que han dicho. Bien, vosotros, las instrucciones son de que cojáis ese remolque y lo saquéis hacia fuera, hacia alta mar. ¿Has entendido Ría?

'R. de V.'. Vale, de acuerdo, vamos a intentar dar remolque.

Posteriormente se recoge una charla entre la torre de control de Finisterre y uno de los helicópteros que participan en el rescate.

T. de F. De acuerdo, el Helimer Pesca II parece ser que ya está en la zona, mantente en la zona en todo el tiempo que puedas. Pesca II de Salvamento Finisterre, mantente en la zona todo el tiempo que puedas, y el helicóptero Helimer Galicia, que proceda, no sé si me estás escuchando, a A Coruña, con los tripulantes que tengas a bordo. Te confirmo una escora a babor, la mar está entrando ya en la cubierta principal, por estribor. Te confirmo por estribor y está vertiendo crudo por la banda de babor.

Los letrados que asesoran a IU en esta causa, al igual que otras acusaciones privadas, sacan varias conclusiones de esta conversación aportada ahora al sumario tras descubrirla las traductoras, y que no se incluyó en la versión en inglés aportada inicialmente por el Ministerio de Fomento tras el desastre ecológico:

- A las tres horas de la avería del Prestige, notificada a las 15.15 del 13 de noviembre de 2002, el Gobierno ya había dado orden de alejar el petrolero hacia alta mar. Por tanto, no lo hizo el día 14, en contra de lo que siempre ha sostenido, tras visitarlo el inspector Serafín Díaz en esa segunda jornada.

- De la conversación se deduce que Finisterre da por hecho, y el Ría de Vigo no lo desmiente, que el petrolero sí tenía dado el remolque de urgencia, en contra de lo sostenido por los anteriores responsables de Fomento al acusar al capitán del petrolero, Apóstolos Mangouras, de falta de colaboración en el rescate.

- Choca también el deseo del Ría de Vigo, que no desautoriza la torre de control de Finisterre, de que la tripulación del Prestige abandone el buque. Esta afirmación tampoco casa bien con la acusación de pasividad de la tripulación y del capitán en el rescate.

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