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COMUNICACIÓN

Carmen Caffarel pide "un gran acuerdo" político para afrontar la reforma de RTVE

La directora general reclama más subvenciones estatales y rechaza toda privatización

Rosario G. Gómez

"Consenso y diálogo" es el binomio propuesto por Carmen Caffarel para abordar la reforma de la radiotelevisión pública estatal. La directora general de RTVE pidió ayer a las fuerzas políticas representadas en el Parlamento un "gran acuerdo", similar al alcanzado en el desarrollo de la Constitución o los estatutos de autonomía, para construir "con generosidad y sin sectarismos" el nuevo Ente Público. Caffarel rechazó cualquier intento de privatización, apostó por la independencia y la pluralidad informativa y reclamó un incremento de las subvenciones públicas.

En su primera comparecencia ante la Comisión de Control de RTVE, Caffarel expuso las líneas maestras de su gestión, que pasan por una "profunda democratización" del Ente Público. "Estamos ante una tarea histórica" y "mi propósito es la recuperación de la pluralidad", anunció solemne en el Congreso de los Diputados. Pluralidad e independencia fueron los dos conceptos más repetidos. A la hora de gestionar una empresa que pierde cada año más de 600 millones, la directora general aspira a una estabilidad presupuestaria, de modo que la diferencia entre ingresos y gastos sea asumida por los Presupuestos Generales del Estado.

Al tiempo, la directora general se propone elevar el nivel de calidad de la programación, mantener la audiencia y conservar los ingresos publicitarios. Prometió que en el último trimestre del año se producirá una "sustancial renovación" de los contenidos de TVE y RNE, con nuevos espacios de debates y entrevistas, programas infantiles, series de ficción de calidady un apoyo a la "excepción cultural", que se traduciría en una mayor inversión en cine español.

A la hora de contratar con las productoras privadas, aseguró que se aplicarán criterios plurales y equitativos, excluyendo "cualquier favoritismo". Y en cuanto a los informativos, enfatizó la salvaguarda de su independencia.

Pero una de las cuestiones que más interés suscitaron entre los diputados fue la cobertura de la boda real del pasado sábado y, especialmente, su coste. Caffarel salió al paso de las críticas por la defectuosa calidad del sonido durante el discurso del príncipe Felipe y dijo que todos los extremos de la transmisión fueron pactados con la Casa Real y con las autoridades eclesiásticas. Según RTVE, las deficiencias de audio se produjeron porque no estaba prevista la difusión de los brindis.

Pese a que las cuentas no están cerradas, la directora general cifró en 4,5 millones de euros el coste de la cobertura, "por debajo de lo presupuestado", aseguró. De aquella cifra, dos millones corresponderían a contrataciones externas. RTVE calcula que el coste por espectador oscila entre 8 y 18 céntimos de euro, teniendo en cuenta que la boda sumó una audiencia de 25 millones de personas.

El proyecto de Caffarel fue acogido de manera dispar. Para el diputado del Grupo Mixto, José Antonio Labordeta, es un "cuento de hadas"; José Ramón Beloki (PNV) se mostró incrédulo ante los últimos cuatro años de "agujero negro", e Isaura Navarro (GIV-IU-ICV) confesó su satisfacción por la desaparición de las tertulias de RNE. Especialmente dura fue la portavoz del PP, Macarena Montesinos, que acusó a la directora general de actuar con "sectarismo" y de ejercer de "comisaria política del PSOE". Consideró que la suspensión de las tertulias de radio son "una mordaza a la libertad de expresión".

Carmen Caffarel, en el Congreso de los Diputados.
Carmen Caffarel, en el Congreso de los Diputados.EFE

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