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Reportaje:

Cien kilos de nacionalismo

Sellarès duró 14 meses como director general con Pujol y ha durado cuatro en el Gobierno de Maragall

Enric Company

Barcelona

Culo de mal asiento, Miquel Sellarès (Barcelona, 1946) es uno de los dos ex miembros de Convergència Democràtica (CDC) y ex colaboradores de Jordi Pujol que lo han sido también del Gobierno de Pasqual Maragall (el otro es el consejero de Comercio, Pere Esteve). Pero ésta no es la única originalidad de este orondo político que días atrás afirmaba que sus más de 100 kilos le permiten "aguantar todas las hostias".

Extravertido y lenguaraz, Sellarès ha logrado ser el único político catalán obligado a cesar dos veces y en gobiernos de distintos colores. La primera, en 1984, con Pujol como presidente. Y ahora, la segunda, con Maragall. Era director general de Seguridad Ciudadana en la primera legislatura autonómica, hace ya 20 años, cuando el entonces consejero de Gobernación, Macià Alavedra, le destituyó por haber descalificado públicamente al ex presidente Josep Tarradellas. Llevaba 14 meses en el puesto, con el delicado encargo de crear la policía autonómica. Ahora ha debido presentar su renuncia como secretario de Comunicación del Gobierno catalán ante el conseller en cap, Josep Bargalló, días después de que un indeterminado "entorno" político de Sellarès pidiera a su vez la dimisión del propio Bargalló. Un desafío en toda regla en el que ha salido perdiendo. Ha durado cuatro meses como responsable de la política de comunicación del primer Gobierno catalán de izquierdas.

En 1974, Sellarès fue uno de los fundadores de Convergència Democràtica, y siempre se ha vanagloriado de haber tenido uno de los primeros carnets del partido de Pujol. Lanzado a la agitación política desde sus años de estudiante de Filosofía y Letras en la década de 1960, fue uno de los enlaces de Pujol con la Assemblea de Catalunya, la plataforma que agrupaba a la oposición antifranquista en el último tramo de la dictadura.

Pero tuvo siempre inclinaciones socialdemócratas y ésas fueron las que en 1979 le llevaron a abandonar a Pujol y Convergència poco antes de las primeras elecciones autonómicas para participar en la creación de Nacionalistes d'Esquerra. Participó en aquella aventura junto con algunos de los actuales dirigentes de Esquerra Republicana (ERC); entre ellos, Jordi Carbonell y Josep Lluís Carod Rovira. Nacionalistes d'Esquerra, sin embargo, quedó fuera del Parlament y entonces Sellarès retornó a CDC.

Pero duró poco. En el apogeo del poder de Lluís Prenafeta como secretario general de la Presidencia, Sellarès rompió por segunda vez con el partido de Pujol y denunció que se había convertido en una plataforma dominada por lo que definía como "el sector de los negocios" del pujolismo.

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En paralelo, Sellarès ha desarrollado su vocación como agitador y publicista político a través de la revista Debat Nacionalista, que desde su origen, en 1988, ha contado con el apoyo de sectores críticos con el pujolismo y ha intentado acercar a dirigentes nacionalistas de los distintos partidos de izquierdas. Defensor acérrimo de la idea de la transversalidad del catalanismo en los partidos democráticos, en 1978 creó el Centre de Documentació Política, una entidad dedicada a elaborar y suministrar dossiers de prensa a partidos e instituciones. En 1999 este centró pasó a depender económicamente de la Generalitat y la Diputación de Barcelona, que se cuentan entre sus principales clientes.

En 2002 creó Tribuna Catalana, un diario en Internet que difunde información política. En él publicó el martes pasado la petición de dimisión de su jefe, el conseller en cap, con lo que consumó su caída en desgracia.

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