Gracias, ministro
Las familias de víctimas del Yak-42 hemos cumplido nuestro primer objetivo del camino hacia la verdad efectuando los cotejos de ADN ante el Instituto de Toxicología de Estambul y, ciertamente, también nos hemos encontrado con algo que en ningún momento habíamos imaginado ni sentido después de un duro año de desprecios y humillaciones continuadas: el encuentro con el respeto, con la sensibilidad, con el cariño y, en definitiva, con la solidaridad de nuestro dolor plenamente compartida por el actual Ministerio de Defensa.
En ese viaje del dolor y del camino hacia la verdad nos acompañaron dos autoridades del Ministerio de Defensa: el director del Gabinete del ministro y el asesor principal del ministro; dos autoridades que, desde el momento en el que aparecieron en la Base Aérea de Torrejón, se despojaron de cualquier autoridad para fundirse plena y solidariamente con el dolor de las familias.
Gracias a la humildad y al elevado grado de humanidad, el duro viaje ha sido templado con el calor del constante arropo a las familias por parte de estos embajadores del Ministerio de Defensa.
Por ello, sólo cabe decir: "Gracias, ministro, por el cariño y el respeto de su ministerio y de sus embajadores".