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Reportaje:FÓRUM DE BARCELONA | Exposiciones

Navegación en un mar de culturas

El Museo de Historia de Cataluña y el Museo Marítimo presentan la exposición 'Mediterraneum'

El poder y el comercio o, lo que es casi lo mismo, el arte y la navegación, son los dos ejes alrededor de los cuales gira la exposición Mediterraneum. El esplendor del Mediterráneo medieval (S.XIII-XV), abierta hasta el 27 de septiembre y que ha contado con un presupuesto de 1,8 millones de euros. Se presenta en dos sedes. En el Museo de Historia de Cataluña (MHC) se aborda la parte dedicada al poder a través de una espectacular selección de piezas artísticas y manuscritos; en el Museo Marítimo se explica la parte dedicada al comercio a través de maquetas, objetos y documentos relacionados con los avances en las técnicas de navegación alcanzados en la época. Entre las dos exhibiciones, organizadas por estos centros, el Instituto Europeo del Mediterranéo y el Fórum, se ofrece una visión caleidoscópica de la diversidad de culturas que se entrecuzaban influencias en la Baja Edad Media.

Lo que más sorprende son las obras, especialmente en el MHC, que dan cuenta de la riqueza y variedad de culturas que compartían espacio en la época.

Una de las piezas estrella, por lo insólito de su presentación, es el Retablo de Santa Catalina procedente del cenobio del Monte Sinaí (Egipto). Lo realizó en estilo gótico de influencia sienesa un tal Martí de Vilanova, del que no se tienen más noticias documentales, no se sabe si en Barcelona o en Mallorca. En todo caso, es una pieza de arte gótico de la Corona de Aragón realizada por encargo de Bernat Maresa, cónsul catalán en Damasco, que en 1387 lo regaló al monasterio egipcio y que por primera vez se ha prestado para poder presentarse en esta exposición. Tiene un ámbito propio, pero antes ha podido verse, entre otras piezas de impacto, un impresionante Corán mongol realizado en Bagdad (1306-1313) procedente del museo Topkapi de Estambul.

Uno de los ámbitos de la exposición explica, por ejemplo, las diversas formas que tomó la representación del poder en el imperio de los Mamelucos, asentados en Egipto y Siria; los turcomanos, que acabaron poniendo fin a la época con la toma de Bizancio; la Corona de Aragón, que durante la época extendía su territorio hasta Atenas pasando por Nápoles y Cerdeña, y Venecia, la gran ciudad hegemónica del Mediterráneo gracias a su control de la ruta de Oriente. Un casco de armadura da entrada a cada apartado en el que se incluyen auténticos tesoros que muestran cómo cada cultura pugnaba por tener el mejor y más refinado arte. Destacan el casco de Mehmed II, el conquistador de Constantinopla, la estatua del Dux Antonio Venier, de Masegne, una decorada tina de cobre mameluco de Ibn al-Zayn, y la estatua de Sant Jordi, de orfebrería italiana policromada del siglo XV, que guarda celosamente la Generalitat de Cataluña.

La exposición en el MHC, que tiene com como comisario al historiador Xavier Barral, aborda también el impacto de la peste negra, que en 1348 acabó con un tercio de la población del mundo conocido, a través del arte funerario; el inicio de la influencia pagana, que se dio tanto en los reinos crisitianos como musulmanes, y el intercambio de regalos entre los nobles de la época que hicieron que la influencia del arte islámico provocara numerosos intentos de imitación en las cortes cristianas.

En el Museo Marítimo, donde el comisario es Josep Alemany, la exposición tiene un carácter más divulgativo, ya que se incluyen incluso tres audiovisuales en los que actores de Dagoll Dagom recrean escenas de la navegación en la época. Sin embargo, hay piezas importantes. Destaca aquí la Nao de Mataró, un modelo del siglo XV que se conserva en el Museo Marítimo de Rotterdam y que está considerada la maqueta más antigua que se conoce de una embarcación medieval. También se exhibe un astrolabio atribuido a ibn Baso (1280, procedente de Bolonia; el Libri Cronicarum, de Hrtmann Schedel (1493) y el atlas de Piri Reis (1526), procedente de Estambul. Para la exposición se ha realizado también una interesante maqueta que reproduce el frente marítimo de Barcelona en el siglo XV.

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