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CAMBIO POLÍTICO

Zapatero pondrá el énfasis en el diálogo y en la eficacia de la política económica

El líder del PSOE quiere garantizar la independencia del director de RTVE y del fiscal general

Luis R. Aizpeolea

José Luis Rodríguez Zapatero ha aprendido la lección de la derrota de su antecesor en el Gobierno, José María Aznar, y va a dar gran importancia a la política. Cuidará la relación con las comunidades autónomas, con los partidos y los ciudadanos, aseguran en su entorno. Y también cuidará los gestos políticos. Sabe que los próximos nombramientos de fiscal general del Estado y de director de RTVE van a ser la primera prueba de fuego de sus promesas electorales de independencia. Pero también sabe que no puede fallar en la política económica, que es la pieza más sólida de la herencia del PP.

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Zapatero está componiendo su equipo con la mirada puesta en los retos a que deberá enfrentarse el nuevo Gobierno socialista. Así, la elección de un peso pesado como Pedro Solbes para dirigir la política económica tiene como objetivo mantener la continuidad en el control del déficit público, uno de los principales activos del Gobierno del PP, y una de las claves de la buena situación económica de España, de la que el propio Solbes echó las bases en el último gabinete de Felipe González. "Este Gobierno no puede fallar en su política económica, porque es dónde el PP va a hacer valer sus méritos desde la oposición", señalan en el PSOE.

Los socialistas quieren marcar una diferencia significativa con la política económica del PP en la reducción del intervencionismo gubernamental. Pero dónde el nuevo Gobierno va a tratar de marcar de modo claro un nuevo estilo es en la política social y la educativa. Zapatero ya ha anunciado que las primeras medidas de su Consejo de Ministros serán una ley integral contra la violencia sexista, un plan de choque para facilitar el acceso a la vivienda, la ampliación del número de becas para estudiantes y la puesta en marcha de la reforma de la Ley Orgánica de Calidad de la Educación. Al frente de las áreas social y educativa ha colocado a dos personas de su confianza, Jesús Caldera y María Jesús San Segundo.

Diálogo con todos

Pero el futuro presidente del Gobierno sabe también que es en la capacidad de diálogo político dónde ha fracasado estrepitosamente el Ejecutivo del PP y donde tiene que notarse el cambio ante la ciudadanía, subrayan en su entorno. Zapatero va a cuidar mucho los gestos y va a intensificar las relaciones con los presidentes de las comunidades autónomas y con todos los partidos, incluidos los nacionalistas, que Aznar ignoró en su última legislatura, con mayoría absoluta.

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Zapatero ya ha adquirido el compromiso de convocar para antes del verano una conferencia de presidentes de comunidades autónomas, un organismo que tratará de reunir con regularidad. En esa misma línea se sitúa la política de regeneración democrática, recogida en el programa electoral. Para este área ha colocado, también, a dos pesos pesados de la política, la que será vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, y el portavoz parlamentario en el Congreso, Alfredo Pérez Rubalcaba.

También va a cuidar los gestos ante la ciudadanía, evitar sectarismos y "gobernar para todos". La primera prueba de fuego se le presenta en un mes, con los nombramientos del fiscal general del Estado y del director de RTVE para el período transitorio, antes de la reforma del modelo de radio y televisión estatales. "Somos conscientes de que la opinión pública va a estar muy pendiente de lo que hagamos. Cumpliremos el compromiso de nombrar a independientes", señalan en el entorno de Zapatero.

El líder del PSOE también insiste en cumplir su compromiso de paridad entre los dos sexos en los nombramientos, y lo está haciendo en la composición del Gobierno, en el que habrá tantos hombres como mujeres.

En materia de terrorismo, Zapatero mantendrá su compromiso con el PP y en política territorial abrirá el diálogo con las autonomías, que Aznar había cerrado absolutamente. Sobre el reto de la reforma de los estatutos de autonomía, Zapatero confirma los criterios recogidos en la Declaración de Santillana del Mar (Cantabria), del 30 de agosto. "Sólo habrá reforma allá dónde se respete el procedimiento marcado por la Constitución y exista un amplio consenso. Por eso reiteramos el no al plan Ibarretxe".

La política de nombramientos está siguiendo un criterio de búsqueda de eficacia, en el que se combina al 50% veteranía y renovación. La formación de un equipo sólido en torno al líder del PSOE pretende hacer olvidar las críticas del PP, previas a las elecciones, que le presentaban como incapaz de tener un equipo coherente. En los nombramientos está contando la opinión del partido a través de su secretario de organización, José Blanco.

Pedro Solbes y José Luis Rodríguez Zapatero posan en una imagen de junio de 2001.
Pedro Solbes y José Luis Rodríguez Zapatero posan en una imagen de junio de 2001.ASSOCIATED PRESS

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