El terrorismo mueve cada año 1,23 billones de euros, un tercio de los cuales es de procedencia legal
El terrorismo internacional mueve 1,23 billones de euros al año. Un tercio se mueve ilegalmente; otra parte igual es el producto de actividades delictivas, incluido en algunos casos el tráfico de drogas; el tercio restante procede de actividades perfectamente legales en su origen. Así lo afirmó Loretta Napoleoni, colaboradora de la London School of Economics de Londres, quien ha realizado diversos estudios sobre la economía del terrorismo. El último de ellos (Yihad: La financiación del terrorismo en la nueva economía, ediciones Urano) acaba de aparecen en castellano, italiano, alemán e inglés. Napoleoni mantuvo una charla en Barcelona con estudiantes de periodismo de la Universidad Ramon Llull.
La autora es economista y ha estudiado y colaborado en la Universidad John Hopkins (Washington). Empezó a analizar la relación entre economía y terrorismo cuando miembros de la Brigadas Rojas italianas le llamaron para que escribiera un libro sobre ellos. Su primera sorpresa fue comprobar que los terroristas parecían haber vivido mucho más preocupados por los asuntos económicos que por los ideológicos. "Todos, los de derechas y los de izquierdas, decían rechazar la violencia y creían que su uso era la única vía para cambiar las cosas. Quedé sorprendida. No eran psicópatas". En su vida cotidiana, añade, "el terrorista vive obsesionado por el dinero para comprar armas, para pagar pisos francos, para viajar de un lado a otro".
También observó que la captación de militantes seguía dos criterios: los terroristas que ella denomina "soldados", los que cometen los atentados, tenían que ser individuos con poco espíritu crítico y pasivos, capaces de obedecer sin discutir.
"No hago análisis políticos del fenómeno terrorista", aseguró, "si lo hiciera, tendría que empezar por decidir por qué alguien que para unos es un terrorista para otros es un héroe".
En su estudio distingue varias etapas. En la primera, al término de la II Guerra Mundial, los terroristas son financiados por los Estados, que los utilizan como elemento de desestabilización del enemigo. Sobre todo, dijo, Estados Unidos y la Unión Soviética. En los años "setenta y ochenta asistimos a una privatización del terrorismo. Los grupos se independizan y dan sentido a su propia guerra". En este paquete incluye a la OLP, el IRA y ETA, grupos que no dudó en decir que son elementos "del pasado". El tercer periodo es el terrorismo de la globalización. Los grupos generan dinero en un país, lo transfieren a otro y actúan en un tercero. El modelo es Al Qaeda.
Todos los terrorismos son iguales en el sentido de que utilizan la violencia, pero su modo de operar exige respuestas diferentes, opina. En la situación actual no sirve sólo el combate policial, habría que seguir la pista del dinero, sabiendo que es el factor que posibilita las acciones, pero también que la liberalización de capitales dificulta enormemente el trabajo.
