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Rato y Castells abordan el desafío de la competitividad de la economía catalana

La competitividad de la economía catalana centró ayer el primer encuentro que celebraron en Madrid el vicepresidente primero del Gobierno y ministro de Economía, Rodrigo Rato, y el consejero de Economía del Gobierno catalán, Antoni Castells. La reunión, que ambos se esforzaron en presentar como un símbolo de "normalidad institucional", sirvió para abordar el reto de la competitividad empresarial en un entorno cada vez más internacional, según resaltaron a la salida.

Más que detallar el contenido de lo tratado, tanto Rato como Castells enfatizaron la importancia de que el Gobierno central y el autónomo se impliquen juntos en la resolución de los problemas de la economía catalana. Rato habló de "lealtad para solucionar los problemas" y en ese contexto enmarcó el encuentro con Castells, el primero que han celebrado desde la formación del Gobierno tripartito en Cataluña. La cordialidad que ambos profesaron en su comparecencia ante la prensa contrasta con los ataques que otros miembros del Ejecutivo central han venido lanzando contra el tripartito, especialmente desde que se inició la campaña electoral.

A menos de una semana para las elecciones, Rato definió a Castells como "una persona muy adecuada" para tomar las decisiones que requiere la economía catalana. Por su parte, el consejero se refirió a Rato como "un hombre apreciado y respetado en Cataluña".

Más allá de los elogios, el ministro de Economía esbozó algunos de los asuntos tratados. La competitividad de la economía catalana y su relación con la deslocalización de empresas centró el encuentro, que duró casi una hora y media. Rato subrayó que la internacionalización de la economía requiere establecer "costes más eficientes [en las empresas]" y Castells insistió en la coincidencia con el planteamiento del ministro sobre la competitividad de la economía catalana. Ante la internacionalización de las compañías, señaló el consejero, "no se pueden poner puertas al campo ni lamerse las heridas", sino acometer reformas.

Los dos dirigentes abordaron también la ejecución de los presupuestos y la financiación del metro de Barcelona, entre otras cuestiones. Tanto el ministro como el consejero han encargado a algunos de sus colaboradores que estudien los principales problemas de la economía catalana con el objetivo de encontrar una solución. Pese a la proximidad de las elecciones, se emplazaron para próximos encuentros.

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