Sin identidad
Aguanta. Aprieta los dientes y aguanta, bien atornillado a pie firme. Porque antes que tú, tienen que saltar por los aires, de una vez por todas, los modelos de esa rancia pasarela de ineptitud e irresponsabilidad que es nuestro Gobierno, en el que alguno de sus socios, sin empacho, ha convertido a treinta cadáveres en treinta dolorosas incógnitas, en treinta insoportables sospechas. Míralos, ahí los tienes haciendo piruetas y malabarismos y muecas, como si nada fuera con ellos, hasta convertir el consejo de ministros en un circo o en una turbia ciénaga donde se esconden demasiadas miserias ya. La noticia de que ha habido ocultación de pruebas en lo que respecta a la identificación de parte de los cuerpos de las víctimas del accidente aéreo del Yak-42, el pasado mes de mayo, te ha escalofriado y te ha enfurecido, como a cualquiera que tenga principios y sensibilidad, aunque a ti te toque más de cerca. Sé que no dudarás en emprender viaje a Turquía, donde los forenses actuaron con profesionalidad y solvencia, y donde recogieron muestras para practicar las pruebas de ADN. Mientras, otros familiares de las víctimas han exigido a la justicia española que actúe de oficio, para despejar tanta y tan razonable incertidumbre, sobre la identidad de los cadáveres. Defensa ha emitido una nota en la que rechaza que se ponga en duda la capacidad del equipo médico español. Es un desmentido al sol. Porque no se duda de su capacidad, sino que se cuestiona el hecho de que en ese equipo no hubiera ningún forense. "En el Ejército español a fecha de hoy no hay ningún médico forense que pueda firmar una autopsia". Un nuevo escándalo que tampoco provocará dimisiones ni ceses. El ex ministro del ramo, Federico Trillo, candidato al Congreso por Alicante, continuará con sus mítines, con sus cabras y sus euros, como un trilero de la política, a ver quién acierta dónde se encuentra la verdad, porque sabes que esas cosas no se las dicta su conciencia. Solo le dicta frases esperpénticas y actuaciones negligentes. Ni un voto a su escudilla, para garantía de militares y paisanos.