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Una huelga general de 48 horas desafía al Gobierno dominicano

La crisis económica y el desorden político debilitan al Ejecutivo de Hipólito Mejía

Juan Jesús Aznárez

"¡Éste sí que vale!", exclamó el chaval que escrutaba al trasluz el billete de 20 dólares perdido por un extranjero en el aeropuerto de la capital de la República Dominicana, sumida en una gravísima crisis económica y en el desorden político. La alegría del chaval era comprensible: la cotización pasó de 32 a 50 pesos por dólar durante los primeros 20 días de enero y la inflación fue del 43% en el año 2003, según el Banco Central. Una huelga general desafía hoy y mañana la política económica del Gobierno de Hipólito Mejía y el acelerado encarecimiento de la vida.

Los cierres laborales y las manifestaciones buscan "un movimiento insurgente que, mediante la violencia, la fuerza y la sangre, erosionen de tal manera al Gobierno que ni siquiera pueda llegar estable" a la primera vuelta de las elecciones prevista para el próximo 16 de mayo, según alerta el analista Melvin Matthews. No sería la primera vez que corre la sangre en el país caribeño. Durante la huelga del pasado 11 de noviembre murieron siete personas, más de 40 resultaron heridas y medio millar fueron detenidas. La crisis económica dominicana se transformó en abismal desde el colapso, el pasado año, de los bancos Baninter y Bancrédito, fraudulentamente fundido por sus principales directivos, que causaron un quebranto de 2.600 millones de dólares: una buena parte del presupuesto nacional.

Los huelguistas exigen una modificación de la Ley de Hidrocarburos que permita detener la escalada alcista de los precios de los combustibles y artículos de primera necesidad (el transporte, un 66,1% y los alimentos, un 51,1%) y detener la creación de nuevos impuestos. También reclaman los sindicatos resolver la recurrente crisis del sistema eléctrico nacional y establecer medidas contra la devaluación del peso dominicano respecto al dólar.

Las protestas coinciden con la negociación de un crédito del Fondo Monetario Internacional (FMI) de 600 millones de dólares, que obliga al Gobierno a aplicar ajustes fiscales, algunos aprobados por el Congreso, nuevas políticas monetarias y austeridades rechazadas por la coordinadora sindical y popular que convoca las movilizaciones.

El grupo izquierdista Fuerza por la Revolución, que figura en la plataforma organizadora, exige la renuncia de Mejía, que maquinó a su antojo cambios en las reglas electorales y dividió al ya fracturado gobernante Partido Revolucionario Dominicano, de perfil socialdemócrata, para repetir en mayo su elección como candidato presidencial. El dirigente oficialista Milton Ray Guevara admitió que las manifestaciones pueden llegar a tener efectos desestabilizadores al exigirse la expulsión de Mejía. "Los partidos políticos que, por detrás, apoyan la huelga podrían estar limando cuchillos para sus propias gargantas", advirtió Guevara. El opositor Partido de la Liberación Dominicana, del ex presidente Leonel Fernández (1996-2000), de nuevo aspirante a la presidencia, apoya el paro porque el Gobierno "ha maltratado mucho a la nación".

Subida de los precios

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El Banco Central atribuye básicamente la subida de los precios a la paralela subida del tipo de cambio del dólar con el peso, que durante 2003 trepó hasta más del 100%. Ese descontrol fue atribuido por el Gobierno de Mejía a la especulación. También el euro se encareció y ahora se cambia a 53 por peso, beneficiando a quienes optaron por disfrutar de unas playas caribeñas abaratadas. El Ejecutivo argumentó asimismo que el aumento del precio del crudo en los mercados internacionales fue dañino. No obstante, algunos analistas y buena parte de los empresarios consideran que el Gobierno no supo ajustar el gasto público y recurrió al endeudamiento exterior para ocultar sus propias torpezas.

El encarecimiento de la cesta familiar y los problemas financieros del Estado han provocado una evidente irritación social en este país de cerca de ocho millones de habitantes y el empobrecimiento del sistema de salud, muy débil al carecerse de recursos suficientes para abastecer los hospitales estatales y subsidiar los medicamentos. Buena parte de los médicos y enfermeras de hospitales públicos paralizaron ayer sus actividades en exigencia de un aumento salarial del 100%. Según el presidente del Colegio Médico Dominicano, Waldo Ariel Suero, los médicos recibían un salario mensual de 700 dólares, que ha caído hasta los 300.

Por su parte, dirigentes del partido gubernamental (PRD) sostienen que las nuevas ambiciones presidenciales de Mejía causan incertidumbre política y dificultan la recuperación económica. Las pugnas en el seno de la oposición también son intensas y el ex presidente Fernández arrimó el ascua a su sardina durante la crisis económica. Se perfila como eventual ganador de las generales de mayo, según la consultora Penn.

Marcha de apoyo al candidato Leonel Fernández en Santo Domingo.
Marcha de apoyo al candidato Leonel Fernández en Santo Domingo.EFE

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