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Análisis:COYUNTURA INTERNACIONAL
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Noruega y la inflación

La figura de los bancos centrales autónomos en materia de política monetaria es un invento relativamente reciente. Surge del convencimiento de que la inflación es un mal económico que puede ser evitado si la política monetaria queda aislada del resto de políticas económicas y al servicio de un objetivo muy concreto: la estabilidad de precios.

En los últimos años, sin embargo, la preocupación no ha sido cómo controlar la inflación, sino más bien todo lo contrario. Las fuertes ganancias de productividad de Estados Unidos y la atonía de la demanda interna en Japón y en buena parte de los países del Área Euro han dibujado un panorama de ausencia de presiones inflacionistas en el pasado reciente y, previsiblemente, en el futuro más cercano. Aunque todo el mundo es consciente de que la mera ausencia de síntomas inflacionistas en un periodo no es causa suficiente para anunciar la erradicación de la enfermedad, en la actualidad los debates sobre política monetaria están más centrados en el análisis de los riesgos de deflación y sus consecuencias.

El Banco de Noruega reduce su tipo de referencia para intentar elevar la inflación al 2,5%. ¡Un banco central busca aumentar la inflación!

El ejemplo japonés es el más claro. A pesar de los esfuerzos monetarios y fiscales realizados en los últimos años, Japón mantiene tasas de inflación negativas, tipos de interés nominales a corto plazo prácticamente nulos y una propensión al ahorro de las familias que lastra la demanda interna. La propia Reserva Federal estadounidense en sus últimos comunicados ha definido el sesgo de su política monetaria (propensión a mover los tipos en un determinado sentido) en función de los riesgos de deflación.

Estas reflexiones vienen a cuento tras conocer esta semana la decisión del Banco de Noruega de bajar 25 puntos básicos su tipo de referencia con la intención confesada de intentar elevar la inflación hasta su nivel objetivo, el 2,5%. ¡Un banco central busca aumentar la inflación! Se materializa así la idea de que la estabilidad de precios no es sinónimo de ausencia de inflación, sino de tasas de inflación (obviamente reducidas) próximas a un nivel objetivo previamente fijado. La responsabilidad de los bancos centrales desde esta óptica no se limita a eliminar los riesgos inflacionistas, sino también los de deflación.

David Cano y Enrique Sánchez del Villar son profesores de la Escuela de Finanzas Aplicadas (Grupo Analistas).

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