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El Gobierno ampliará las rondas de Málaga ante el riesgo de llegar al colapso

El PP proyecta un carril adicional porque la 'hiperronda' no estará hecha antes de 2007

El Partido Popular (PP) ha asumido que la hiperronda no va a llegar a tiempo para evitar el colapso de tráfico en los accesos de Málaga, y ha decidido apostar por una solución provisional, al menos para una de las entradas: ampliar a un tercer carril la ronda este, entre el Monte de San Antón y el falso túnel de San José. La propuesta la incluirán los populares en el programa para las elecciones generales de marzo de 2004.

La circunvalación ha soportado en cinco años un incremento en el tráfico del 70%

El diputado del PP en el Congreso por Málaga Manuel Atencia asegura que se trata de una actuación posible, ya que la autovía se construyó con la posibilidad de que pudiera dotarse de un nuevo carril en ambas direcciones, como ocurre en la actualidad con la ronda oeste.

El problema que plantea esta solución provisional es el tramo entre la conexión del hospital Carlos Haya y la de la Universidad, donde no sería posible está ampliación por el túnel de Ortega Prados. La cuestión no es menor, ya que este pequeño tramo es uno de los más transitados y es tránsito para el principal acceso al campus universitario y a Teatinos, principal zona de expansión de la ciudad en plena expansión urbanística y en donde se ubicará además la ciudad de la justicia, que generará un importante tráfico añadido.

Atencia afirma que esta propuesta no tiene relación alguna con la hiperronda, ya que ésta última infraestructura sólo beneficiará al tramo de la ronda oeste. Sin embargo, otras fuentes del PP sí han asegurado que la ampliación se va a plantear ante la amenaza de colapso de ambos vías, que podrían verse saturadas antes de la puesta en marcha de la segunda circunvalación, que no será una realidad, como mínimo, hasta el horizonte de 2007.

El proyecto de la hiperronda de Málaga, una vía de 22 kilómetros que será un segundo cinturón de circunvalación del casco urbano de la capital malagueña y desplazará la N-340 hacia el interior hasta Alhaurín y conectará con la futura autopista de peaje de Las Pedrizas, se anunció como "una realidad" en 1999 por la entonces alcaldesa, Celia Villalobos.

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En 2000, siendo ya alcalde Francisco de la Torre, se informó de que las obras comenzarían al año siguiente. Pero la realidad es que el Ministerio de Fomento no aprobó el estudio informativo hasta 2002 y que el proyecto está pendiente actualmente del informe de impacto medioambiental que debe elaborar el Ministerio de Medio Ambiente. El trazado cuenta con una fuerte oposición de instituciones como el Ayuntamiento de Casabermeja y de organizaciones ecologistas.

El Partido Popular confía en que a mediados de 2004 se pueda sacar a licitación el proyecto definitivo. Fomento plantea en principio que esta actuación la ejecute la empresa que resulte concesionaria de la nueva autopista de peaje que unirá el puerto de Las Pedrizas con Torremolinos y que será alternativa al principal acceso a la Costa del Sol desde el interior, que actualmente se realiza por la N-331.

Esta opción ya fue utilizada por el ministerio cuando se construyó la autopista de peaje entre Estepona y Guadiaro, y obligó a la concesionaria a realizar el desdoblamiento de la N-340 con fuertes críticas de la oposición, que entre otras cosas se quejó del elevado número de rotondas construidas con el objeto de que el tráfico resultara más lento y los automovilistas optaran por utilizar la vía de peaje. De hecho, meses después de la inauguración, Fomento quitó tres de las rotondas construidas que no tenían razón de ser porque no existía ningún cruce ni acceso.

El Gobierno entiende que al vincular el proyecto de la hiperronda con el de la autopista de peaje, que es una concesión administrativa del Estado, se garantiza que las obras no sufrirán retrasos significativos desde que se adjudiquen. En principio está previsto que los trabajos de construcción duren entre 28 y 32 meses por lo que, de cumplirse los plazos administrativos previos a la adjudicación, el proyecto no sería una realidad en el mejor de los casos hasta dentro de cuatro años.

La ronda oeste de Málaga es el tramo viario que más ha crecido en intensidad de tráfico en España en los últimos cinco años, un 70%, según ha reconocido el Ministerio de Fomento. En 1997 utilizó esta vía una media de 117.000 vehículos diarios, mientras que la de este año asciende ya a 200.000.

Además, el departamento que dirige Francisco Álvarez Cascos admite que el carril más lento de esta vía, el derecho, permanece congestionado durante 12 horas al día, y es que la intensidad de la circulación es tal que se produce un riesgo de saturación siempre que un vehículo circule a menos de 80 kilómetros por hora.

Hace dos semanas, el Consejo de Ministros autorizó la licitación de otra de las obras de mejora de las rondas de circunvalación de Málaga, la conexión con las Virreinas, un ramal de salida aún pendiente desde que se puso en servicio la carretera en 1992 y que esponjará uno de los tramos con más tráfico y refuerza la función de esta vía como distribuidor del tráfico en la ciudad.

La primera queja de los malagueños

La situación del tráfico en la provincia de Málaga, y especialmente en el entorno del casco urbano de la capital, está alcanzado unas dimensiones que le han convertido en el principal asunto de preocupación para los ciudadanos. Parece sorprendente, pero así se recoge en el primer número del Observatorio Socioeconómico de la Provincia de Málaga, un barómetro social creado por el nuevo equipo de Gobierno de la Diputación.

La primera de las encuestas que periódicamente realizará este observatorio refleja que el tráfico es el elemento más citado entre los 10 principales problemas de los malagueños, un 34,1%, nítidamente por encima de asuntos que parecen recurrentes en este tipo de muestreos como el paro (28,7%), la inseguridad ciudadana (26,7%), o la vivienda (22%), que ocupan las siguientes posiciones.

Y no todo queda ahí. En pleno debate sobre la idoneidad o no del proyecto del metro elaborado por la Junta, de si las vías del tren se soterrarán o no, de la falta de consignación presupuestaria para las hiperrondas, lo que parece evidente es que los ciudadanos malagueños sufren muchos inconvenientes para moverse en una conurbación urbana llamada a ser la primera aglomeración andaluza en una década. En la misma encuesta aparecen como sexto y octavo problemas que más preocupan la falta de aparcamientos y las carreteras, ambas con un 10%.

La dimensión del problema también puede apreciarse por la singularidad del caso. Si se miran las encuestas similares que realiza el Centro de Investigaciones Sociológicas, resulta que ni el tráfico, ni los aparcamientos, ni las carreteras tienen cabida entre las 10 principales preocupaciones de los españoles.

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