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Un derivado del 'cannabis' reduce el dolor asociado a un fármaco contra el cáncer en ratas

Un estudio de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid ha demostrado que un derivado sintético del cannabis puede eliminar el dolor de las terminaciones nerviosas asociado al paclixatel, un fármaco de nombre comercial Taxol, que se usa frecuentemente para tratar el cáncer de ovario o el de mama. "No sabemos por qué se produce el dolor neuropático, pero hemos comprobado que un derivado sintético del cannabis, llamado Win 55212-2, tiene cierto efecto analgésico", ha explicado a este periódico Carlos Goicoechea, profesor del Área de Farmacología de la Universidad Rey Juan Carlos. Este efecto de los cannabinoides se une a los ya estudiados como antiemético o sedante.

El estudio, que ha dirigido la catedrática de Farmacología María Isabel Martín, ha sido premiado en la última reunión de la Sociedad Internacional para el Estudio del Dolor.

Para comprobar el efecto del derivado del cannabis, los científicos hicieron que cuatro grupos de 12 ratas tomaran distintas dosis del medicamento antitumoral durante una semana.

La verificación de que el fármaco les había producido dolor neuropático se hizo mediante la medición de sus reacciones ante estímulos que normalmente no son dolorosos.

Por ejemplo, utilizaron los llamados filamentos de Von Frey, pequeños pelitos que aplicados sobre la piel de un animal sano no provocan ningún tipo de respuesta. En cambio, en los roedores que habían tomado el paclitaxel "retiraban la pata", indica el investigador. Otro sistema consiste en iluminar las extremidades de los animales. Si no tiene neuropatías, la rata no se inmuta. Si padece dolor nervioso, el animal reacciona igual que si lo estuvieran quemando.

Respuesta tardía

Después de comprobar que las ratas sufrían los efectos adversos del medicamento, los científicos les inyectaron el derivado del cannabis. El resultado fue que "tardaban más en responder al estímulo doloroso", explica Carlos Goicoechea. El efecto del cannabinoide era el mismo tanto si se inyectaba directamente la sustancia en la pata como si se hacía en el peritoneo. Con esto se comprobó que la acción del producto no era local.

"Es la primera vez que se usa un cannabinoide para tratar dolor neuropático, que en ratas es muy similar al de humanos", añade el profesor del Área de Farmacología de la Universidad Rey Juan Carlos.

"Ello abre posibilidades para tratar los efectos secundarios de la medicación antitumoral, pero esto no quiere decir que cuando algo duela haya que fumarse un porro. Hay mucho que investigar y hay que insistir en que se ha usado un derivado sintético del cannabis", concluye el experto.

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