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Columna
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Perfiles

Vivo aterrado desde la aparición de esa nueva figura penal denominada "perfil delincuencial verosímil". Lo primero que hago al abrir el periódico cada mañana es ver los crímenes que se han cometido y no respiro hasta comprobar que tengo coartada para todos y cada uno de ellos. En la calle, voy siempre con el carné de identidad en la boca para no dar imagen alguna de resistencia a la autoridad y, cuando entro en un establecimiento público, procuro llamar la atención de la gente dejando caer al suelo un vaso con la idea de que se queden con mi rostro y den fe, llegado el caso, de que a la hora del crimen me encontraba allí. Me he arrancado con un pegamento especial las huellas dactilares para no dejarlas donde no debo y estornudo sobre un pañuelo de tejido no transpirable que impide la diseminación incontrolada de mi ADN.

Viajo con frecuencia desde Madrid a Barcelona, pero en vez de hacerlo en avión, que vas y vienes en el día, con lo que te pueden imputar los crímenes cometidos en las dos ciudades, voy en el AVE de Cascos, en el que las posibilidades de llegar son muy escasas. Es evidente que no se puede haber asesinado a nadie en un sitio en el que no has estado. El billete del AVE es hoy por hoy la mejor prueba para demostrar que uno no estuvo en Barcelona el día de autos, por lo que recomendamos a las personas con perfil delincuencial verosímil que no se desprendan de él hasta que hayan prescrito los crímenes cometidos en la fecha del viaje. Se preguntarán ustedes, por cierto, qué tiene el perfil de Cascos para haberse librado de la cárcel pese a ser el responsable de un tren que ha salido con nueve meses de retraso, a 150 kilómetros por hora menos de los prometidos, y con 157 millones más de los presupuestados.

Pues tiene que para trabajar de ministro no te miran el perfil, sino la cara, y a Cascos le sobra cara para eso y para más. Repasen sus declaraciones históricas sobre el fútbol, los descodificadores, la vivienda, el campanu, o los malos tratos y comprenderán lo que les digo.

En cuanto a Acebes, permitirán que no digamos nada de él, pues lo que se nos ocurre sobre su perfil no haría sino confirmar el nuestro, por lo que nos podrían caer 15 años o más.

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Sobre la firma

Juan José Millás
Escritor y periodista (1946). Su obra, traducida a 25 idiomas, ha obtenido, entre otros, el Premio Nadal, el Planeta y el Nacional de Narrativa, además del Miguel Delibes de periodismo. Destacan sus novelas El desorden de tu nombre, El mundo o Que nadie duerma. Colaborador de diversos medios escritos y del programa A vivir, de la Cadena SER.

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