El asesinato de Aitor Zabaleta, último precedente
En el fútbol español se han multiplicado los sucesos violentos
Manuel Río Suarez, muerto a golpes ayer en Santiago, es el último nombre que ingresa en el registro oficioso de fallecidos a causa de la violencia que se desata alrededor del fútbol español. El número es incierto pero se sabe con certeza que le precedieron T. M. M., Aitor Zabaleta, Emiliano López, Guillermo Alfonso Lázaro, Frederic Rouquier y Luis Montero Domínguez. No se puede comparar a la lista de 150 muertos del fútbol argentino, ni a la larguísima del fútbol británico o italiano. Pero la frecuencia de muertes en circunstancias violentas es cada vez mayor entre los aficionados españoles.
El pasado domingo, en el Langreo-Oviedo, de Tercera, dos personas resultaron heridas con arma blanca. Y hace poco más de un año, concretamente el 6 de octubre de 2002, el derbi andaluz entre Sevilla y Betis se vio ensombrecido por unos fuertes incidentes ocurridos en el interior del estadio, en el que ultras propinaron una brutal paliza a un vigilante de seguridad, que a punto estuvo de costarle la vida, y agredieron al portero bético Toni Prats. En el duelo sevillano anterior se lanzaron bengalas contra una grada.