En defensa de Asunción Sánchez
Las recientes críticas vertidas en su periódico sobre el Planetario de Madrid en relación con La noche de Marte culminan con una carta de Luis San Miguel que, a mi juicio, esconde algún problema personal y esquiva el de fondo: la impecable, transparente gestión de Asunción Sánchez Justel al frente de ese Planetario. A lo largo de los últimos años han desfilado por él muchas figuras de prestigio de la ciencia mundial, astrónomos y no astrónomos; su producción de programas propios ha sido impresionante, como podrían atestiguar muchos otros planetarios españoles y extranjeros que los han comprado.
Y, quedándole el cielo pequeño, Sánchez Justel se ha dedicado a poner al alcance del público madrileño (y al de muchos visitantes) cualquier ciencia de interés: un excelente ejemplo, entre muchos, de esta buena selección es la exposición sobre el origen del hombre, asesorada por el equipo de paleoantropólogos de Atapuerca, que constituyó un enorme éxito.Me pregunto con qué razones viene ahora San Miguel a pedir una dimisión debido a que alguien se inventó una convocatoria que el Planetario nunca hizo, ignorando que la ciencia es una larga tarea que no puede evaluarse por gestos puntuales.