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Críticas de Llamazares

Carlos E. Cué

El juego de equilibrios en que se basa la relación entre la dirección de IU y su federación vasca se rasgó ayer de nuevo. La presión de los nacionalistas ha roto la estrategia pactada por Gaspar Llamazares y Javier Madrazo, líderes de IU y de Ezker Batua, respectivamente. Ésta consistía en presentar un plan alternativo, como hizo ayer Madrazo, y apoyar el recurso ante el Tribunal de Estrasburgo contra la ilegalización. Pero incluía el apoyo al cumplimiento de la sentencia del Supremo. Por eso cuando Llamazares y otros dirigentes supieron que la mesa del Parlamento, con apoyo de IU, abría la vía para pagar subvenciones al grupo de Batasuna, lo criticaron. El líder de IU dice que es "un error, una metedura de pata, que sólo consigue confundir. Nosotros no podemos aparecer, aunque no sea cierto, como los defensores de Batasuna". Llamazares tratará de convencer a Madrazo de que "decisiones del día a día en el Parlamento no pueden dar al traste con una estrategia elaborada".

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