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Reportaje:CAMPEONATOS DEL MUNDO DE NATACIÓN

La extraña pareja

Una jovencísima mujer de 30 años, Tracey Menzies, dirige desde hace nueve meses los entrenamientos del torpedo

El 12 de octubre de 2002 Ian Thorpe sorprendió al mundo de la natación. Pero no por un nuevo récord, sino porque cambiaba de entrenador. Doug Frost, su preparador desde los ocho años, el hacedor de las marcas, pasaba a la historia y se abría una nueva página para Tracey Menzies, una auténtica desconocida en el panorama internacional. Aburrido de las eternas sesiones de entrenamiento, cansado tal vez de competir siempre contra sí mismo, Thorpe buscaba una solución para no abandonar la natación, idea que, durante un tiempo, le rondó por la cabeza.

Pese al estupor generalizado (los resultados seguían siendo buenos), las diferencias con Frost, su técnico de toda la vida, habían sido muy evidentes durante los Juegos de la Commonwealth. Y Thorpe decidió cortar por lo sano. En mente tenía a la persona ideal para dirigir sus pasos, al menos, hasta los Juegos de Atenas. Anónima para el mundo, Menzies, de 30 años, una discreta ex nadadora de 200 metros estilos, había participado de los entrenamientos del torpedo como colaboradora de Frost. Y había sido designada como la mejor entrenadora rookie de 2000 en Australia.

Menzies sabía bien cómo se manejaba el australiano y qué necesitaba para optimizar, aún más si cabe, su forma de nadar. Su relación venía de lejos. Se habían conocido unos cuantos años antes en la East Hills Boys High, el antiguo instituto de Thorpe, el mismo lugar donde Menzies ejerce ahora como profesora de arte y entonces lo hacía como monitora de natación. ¿Quién le iba decir entonces al torpedo que la misma mujer que le enseñó a dar sus primeras brazadas en una piscina acabaría, años después, perfeccionando su técnica para intentar revalidar en Atenas los éxitos de Sydney?

No es ésta la única coincidencia. Menzies y Thorpe empezaron a competir, tutelados por Frost, en el Padstow Indoor Swimmnig Centre. Ambos, se mudaron después a la Sutherland Pool. Como Thorpe, Menzies tenía en los 200 y 400 estilo su especialidad y, también como él, nadaba además los 100 y los 800 libres y se tomaba el nado de espalda más como una afición. Quizá todas estas coincidencias se resuman en una: ambos son Libra (Thorpe, del 13 de octubre, Menzies del 12). "Nuestras biografías son casi idénticas", ha dicho en más de una ocasión el fenómeno australiano de 20 años.

Tanto pasado en común no ha salvado a Menzies de las críticas. Thorpe continúa ganando, pero sus tiempos se han estancado. Ya no bate récords. "Ése no es el objetivo", responde ella, que tiene en su pupilo a su mejor defensor. Sus métodos buscan resultados a medio plazo, en los Juegos Olímpicos de Atenas. Por eso, Menzies ha modificado la dieta de Thorpe y ha incorporado el yoga, el boxeo (tres días por semana) y las largas caminatas por la playa a sus entrenamientos. El hombre pez se muestra ahora tan feliz, disfruta tanto, que hasta sugiere modificaciones para el vestido de novia que su entrenadora lucirá el próximo 14 de septiembre.

Ian Thorpe junto a su entrenadora, Tracey Menzies.
Ian Thorpe junto a su entrenadora, Tracey Menzies.ASSOCIATED PRESS

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