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Las alegaciones inciden en el aumento de salinidad del Guadalquivir

Tereixa Constenla

Arroceros, ecologistas y científicos han presentado alegaciones a un proyecto que consideran agresivo para el medio ambiente.

- Estación Biológica de Doñana. Temen que el dragado del Guadalquivir provoque un nuevo aumento de salinidad que puede llevar a la desaparición de especies. Los científicos critican que el estudio del puerto no incluya un inventario de fauna y flora y que tampoco se mencione la afección sobre la marisma de Doñana. La Estación cree que el estudio debería elaborarse con "más rigor científico" para valorar el efecto sobre los espacios protegidos y que la Autoridad Portuaria debe cambiar el modelo de salinidad empleado. Andy Green señala que las obras favorecerán la expansión de especies exóticas en el estuario: "Estas especies aprovechan perturbaciones para conquistar territorio". La Estación cree poco ecológicas las escolleras propuestas para proteger las márgenes.

- Federación de Arroceros. Su rechazo se centra en el aumento de calado de 6,5 a 8 metros para que puedan navegar barcos de más tonelaje hasta Sevilla al considerar que convertirá el Guadalquivir "en un brazo de mar". En sus alegaciones señalan que el estudio portuario recoge como normal la actual situación del estuario "sin tener en cuenta el aumento de un 124,5% de sal en el agua durante los últimos 20 años, desde que se suprimió la Barra de Sanlúcar de Barrameda". Atribuyen este incremento al dragado del río entre la Punta del Malandar y la desembocadura. La federación recuerda que los arroceros son uno de los principales clientes del puerto y que no se oponen a su mejora, pero reivindican su derecho "a seguir regando con agua de calidad". Manuel Cano, director-gerente, asegura que el pasado 13 de junio regaron con 3,6 gramos de sal mientras que el informe presentado por la Autoridad Portuaria "sólo reconoce un incremento del 1,8-1,9 gramos por litro de sal".

- Ecologistas en Acción. Recuerdan que las incesantes obras de ingeniería portuaria han transformado el río en un canal de navegación hasta su desembocadura.

La profundización del río, según Ecologistas en Acción, afectará a la flora y la fauna al remover los sedimentos contaminantes depositados en el lecho procedentes de vertidos, incluido el de Aznalcóllar. Por esta razón consideran que no están garantizados para su uso agrícola. Inciden también en que el efecto de las olas provocadas por el tránsito de barcos de gran tonelaje sobre las orillas se remedia con escolleras, que consideran "un sistema de protección de márgenes incompatible con la conservación de ecosistemas de ribera". Critican que el informe portuario no mencione el aumento del riesgo de introducción de especies exóticas a través del agua de lastre.

- WWF/Adena. Además de reiterar argumentos ya citados, esta organización ecologista añade que se omite el estudio de los efectos del cambio climático sobre el régimen hidráulico y no tiene en cuenta la "fuerte erosión" de los barcos en las márgenes que afectan al Parque Nacional. También señalan que no se fundamenta que los efectos de los cambios en la salinidad sean "despreciables" para peces y vegetación, y que los cálculos sobre salinidad son incorrectos. Concluyen que el impacto es de "tal magnitud" que no hay medidas correctoras capaces de minimizarlo hasta un nivel "no significativo".

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Sobre la firma

Tereixa Constenla
Corresponsal de EL PAÍS en Portugal desde julio de 2021. En los últimos años ha sido jefa de sección en Cultura, redactora en Babelia y reportera de temas sociales en Andalucía en EL PAÍS y en el diario IDEAL. Es autora de 'Cuaderno de urgencias', un libro de amor y duelo, y 'Abril es un país', sobre la Revolución de los Claveles.

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