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Reportaje:

La mayor plaza del amor

Cuatro mil niños y niñas saharauis protagonizan una fiesta en Centro gracias al proyecto 'Vacaciones en Paz'

Cándido Méndez, secretario general de UGT, cambió ayer a mediodía el nombre de la plaza Mayor y la llamó la plaza del Amor. Estaba viendo cómo unos 4.000 niños y niñas de entre 6 y 12 años llegados de los campamentos de refugiados saharauis disfrutaban de una fiesta pensada para ellos. Y amor era lo que se palpaba entre esos miles de niños con sus profundas miradas y sus familias españolas de acogida.

De los campamentos de refugiados instalados en torno a la ciudad de Tinduf, en el suroeste de Argelia, vienen cada año más de 8.000 pequeños saharauis para pasar el verano a temperaturas más bajas que las que se pueden alcanzar en mitad del desierto, donde los termómetros estallan entre julio y agosto. Es el programa Vacaciones en paz que desde hace dos décadas organizan las diversas Asociaciones de Amistad con el Pueblo Saharaui repartidas por toda España.

Llegados de todo el territorio español, excepto de Asturias, que celebraba su propia fiesta, y de Baleares y Canarias, ayer se juntaron la mitad de ellos en la plaza Mayor para cantar y bailar con las canciones de un grupo comprometido de artistas españoles. José Taboada, de la Coordinadora Estatal de Asociaciones, les presentó como embajadores del dolor y angustia de un pueblo, pero también como los portadores alegres de un futuro que "a la fuerza ha de ser más justo que lo fue con sus mayores". Presentado por la pareja humorística Las Veneno, la parte musical la abrió el dúo Amistades Peligrosas con una canción, La larga espera, alusiva a los años que el pueblo saharaui lleva trabajando pacíficamente por la solución más justa de su causa; siguió Javier Ruibal con su emocionante alegato El náufrago del Sáhara, y enseguida aparecieron los políticos. Inés Sabanés y Gaspar Llamazares, de IU; Trinidad Jiménez, del PSOE; Cándido Méndez, de UGT, y Feliciano Fidalgo, de CC OO, manifestaron los compromisos de sus respectivas organizaciones con la causa saharaui y el acto tomó un cariz reivindicativo al exigir todos que el Gobierno español active el Plan de Paz firmado en 1991 entre Marruecos y el Polisario y obligue a la corona alauí a cumplirlo.

Las actrices Ana Fernández, Lola Herrera y su hija Natalia Dicenta leyeron poemas y cuentos saharauis, y con Mercedes Ferrer, Suburbano, Esmeralda Grao y Luis Pastor volvió la música. Un grupo de pequeñas cantantes saharauis cantó a la paz mezclando su idioma, el hassanía, con el castellano y el inglés. La plaza Mayor quedó adornada por numerosas banderas de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) y pancartas con las exigencias del pueblo saharaui. Tal vez la más emotiva era una en la que podía leerse: "Cuidando de los pequeños, engrandecemos el futuro", una frase que resumía el espíritu de las cartas leídas por una niña saharaui agradecida de pasar el verano lejos de su tierra.

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