Los alcaldes de las capitales tomaron ayer posesión de sus cargos con promesas de diálogo y la petición a las administraciones central y autonómica -según el color político de los regidores- de más colaboración. Mientras IU calificó el desenlace de su acuerdo global con el PSOE de "equilibrado", los socialistas esperarán a estudiar todos los datos para pronunciarse.
La constitución de los ayuntamientos evidenció ayer que el declive de CiU como poder municipal ha sido mucho mayor de lo que ya mostró la noche electoral. La coalición que lidera Jordi Pujol sigue siendo la fuerza con mayor número de alcaldías, algo más de 500, pero es también la que sufre el mayor retroceso.
Alberto Ruiz-Gallardón, del PP, fue elegido ayer alcalde de Madrid en la sesión constitutiva de la nueva corporación municipal, que tuvo como trasfondo la crisis provocada en la Asamblea regional por Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez, los dos diputados desertores del PSOE. Ruiz-Gallardón fue votado para dirigir el Ayuntamiento por los 30 ediles del PP, mayoría absoluta en la corporación frente a los 21 concejales del PSOE y los cuatro de IU.
Pego vivió ayer una "fiesta de la democracia". El independiente Carlos Pascual fue desalojado de la alcaldía tras ocho años en el gobierno, los últimos cuatro con mayoría absoluta, por la unión de las tres fuerzas de la oposición: PP, PSPV y Bloc.
Los alcaldes de las tres capitales vascas iniciaron ayer sus nuevos mandatos. El bilbaíno Iñaki Azkuna (PNV-EA) contó con los votos de IU-EB. El socialista Odón Elorza, comenzó su cuarto mandato con el apoyo del PP. En Vitoria, los socialistas votaron a Alfonso Alonso (PP).