Un pulso diario con la vida
M. JOSÉ DÍAZ DE TUESTA | Madrid
Está igual de tirillas que siempre. Esos meses de (ligera) gordura fueron un espejismo. Se debió a que había dejado de fumar tras sufrir en agosto de 2001 una isquemia cerebral. Ayer se presentó con un cigarro de plástico en la mano al que daba vueltas y vueltas, pero en la primera pregunta ya fumaba uno de verdad. ¿Otra vez fuma? "Después de ocho meses he vuelto, por eso estoy ronco, pero espero dejarlo definitivamente".