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La inflación se dispara el 0,7% en marzo por el fin de las rebajas y los carburantes

El IPC interanual cae una décima hasta el 3,7% a la espera del impacto de la Semana Santa

Lucía Abellán

El fin de las rebajas y la subida de los carburantes dispararon los precios un 0,7% en marzo con respecto al mes anterior. De esta forma, en los últimos 12 meses, el índice de precios al consumo (IPC) se redujo una décima, hasta el 3,7%, ya que en marzo del año pasado subió el 0,8%. Sin embargo, este marzo no ha reflejado el impacto que tiene en el sector servicios la Semana Santa, que el año pasado cayó en dicho mes y éste, en abril. Además de los servicios, las explicaciones de la menor subida reflejada el pasado mes radican en la moderación de los precios de los alimentos frescos.

El índice de precios al consumo, que dio a conocer ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE), arrojó una fuerte subida mensual debido principalmente al efecto rebajas. Como sucede desde el año pasado, cuando el INE comenzó a tener en cuenta las rebajas, el mes de marzo arrastra un fuerte repunte de los precios con respecto a febrero, ya que los productos recuperan su coste habitual. El capítulo de vestido y calzado, el de mayor importancia en la época de rebajas, subió un 2,9% en el mes y se convirtió en el factor con más repercusión en el alza de la inflación. Le siguieron en importancia los carburantes, con un aumento del 1,9%.

Pese a estas subidas mensuales, la evolución anual del IPC volvió a colocar este indicador en los niveles de enero (3,7%), después de subir hasta el 3,8% en febrero. En marzo de 2002, el IPC alcanzó el 3,1%. A ese descenso contribuyó que algunos de los grupos más inflacionistas, entre ellos los propios carburantes, los servicios y los alimentos frescos , registraron cierta desaceleración en los últimos 12 meses. Así, los carburantes avanzaron un 7,8%, frente al 8,6% de febrero. La explicación a este fenómeno hay que buscarla en la apreciación del euro frente al dólar, que abarata la compra de productos energéticos, y la caída de los precios del petróleo a medida que se intensificaba la guerra en Irak. El barril de crudo brent, de referencia internacional, pasó de 33,9 dólares a finales de febrero a 23 dólares el 21 de marzo.

Vacaciones tardías

El sector servicios registró la tasa interanual más moderada (3,6%) desde junio de 2000. Esta menor subida obedece fundamentalmente al calendario de la Semana Santa. El año pasado, estas fiestas se celebraron en marzo, por lo que los servicios subieron de precio ese mes. Este año, el encarecimiento propio de las vacaciones se reflejará en los datos de abril, con lo que la comparación no es homogénea. A pesar de esa desaceleración, la partida de hoteles y restaurantes sigue aportando uno de los avances más fuertes del IPC, el 4,4%.

También los alimentos frescos, otro de los grupos que más se han desbocado en los últimos años, frenan un poco su tendencia alcista. La subida interanual de este sector se sitúa en el 5,6%, tres décimas menos que el nivel alcanzado en febrero, aunque muy por encima del IPC general.

Bajo estas leves desaceleraciones subyace el temor a un menor crecimiento económico. Algunos analistas piensan que con la economía de la zona euro próxima a la recesión -creció el 0,1% en el último trimestre de 2002- y la rebaja de previsiones económicas de los grandes organismos internacionales (la propia Comisión Europea, el Fondo Monetario Internacional o la OCDE, que agrupa a los países más desarrollados) la demanda tiene cada vez menor empuje, lo que conduce a una moderación de precios. Indicadores tan significativos como la confianza del consumidor, las matriculaciones de coches o el consumo de cemento registran descensos al menos desde que comenzó el año.

Otros expertos consideran que esa contención de la demanda se vislumbra ya en otros países europeos, pero no en España, donde el consumo mantiene los precios en un nivel impropio de épocas de desaceleración. Y la baja tasa en que se encuentran los tipos de interés, el 2,5%, contribuye a fomentar el consumo.

La caída de una décima en la inflación interanual de marzo le sirve al Gobierno como argumento para vaticinar una tendencia a la baja de este indicador. También los datos de la inflación subyacente, que se situó en el 3,2%, una décima menos que en febrero. Algunos analistas consideran que hay que esperar a que desaparezcan las grandes oscilaciones de los carburantes, que perderán fuerza en los próximos meses tras las intensas subidas registradas en el periodo prebélico. Sólo a partir de entonces podrá comprobarse cómo influyen en el IPC otros elementos más ligados al mercado español.

El IPC armonizado, que permite comparar con el entorno europeo, si situó en el mismo nivel que el índice general, el 3,7%. En la zona euro, la inflación se mantuvo en el 2,4% en marzo, según cifras provisionales. De confirmarse, el diferencial con el IPC español se reduciría una décima, de 1,4 puntos en febrero a 1,3. También Francia ofreció ayer un avance de la evolución de sus precios en el mes pasado, con un crecimiento mensual de medio punto y un 2,6% de subida interanual, igual que en febrero.

Frente a los pronósticos favorables del Gobierno, el secretario de política económica del PSOE, Jordi Sevilla, calificó de mala noticia el dato del IPC y acusó al Ejecutivo de "mirar para otro lado" ante el problema de la inflación. Salvador Jové, de IU, reclamó al Ejecutivo que explique "cómo piensa afrontar la incertidumbre de la economía mundial". UGT cree al Gobierno "incapaz" de reactivar la economía, mientras CC OO critica la pasividad al introducir competencia en el mercado alimentario español.Más positiva, la patronal CEOE considera que el dato de marzo permite pronosticar próximas moderaciones de precios. Las Cámaras de Comercio insisten en el riesgo de que España pierda competitividad frente a Europa por su alto diferencial de inflación.

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Sobre la firma

Lucía Abellán
La redactora jefa de Internacional de EL PAÍS ha desarrollado casi toda su carrera profesional en este diario. Comenzó en 1999 en la sección de Economía, donde se especializó en mercado laboral y fiscalidad. Entre 2012 y 2018 fue corresponsal en Bruselas y posteriormente corresponsal diplomática adscrita a la sección de España.

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