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Crítica:ROCK
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Queso sin alcohol

Extraño titular, pero explicable. La banda gibraltareña Melón Diesel presentaba en Madrid su tercer y último disco, titulado Real. Como su público se encuentra mayoritariamente en esa franja de edad que pasa de la infancia, pero que aún no ha llegado a los 18 años, no se podía despachar bebida alcohólica ninguna, ni siquiera se permitía su exhibición en las estanterías de las barras. A cambio, no hacían más que pasar entre el público hacia el escenario camareros portando suculentos platos de queso curado con destino a no se sabe dónde.Era, acaso, la bonita metáfora del concierto. Se dice light, o sin, cuando a una bebida se le quita el aporte calórico o alcohólico; es decir, lo que le da chicha; y con queso, cuando la forma de dar algo no es verdad del todo, o no responde a las expectativas suscitadas.

Melón Diesel

Dylan Ferro (voz), Danni Fa y Danny Bageja (guitarras), Guy Palmer (bajo), Adrián Pozo (batería). Sala Caracol. Madrid, 7 de abril.

A lo que hace Melón Diesel le llaman rock and roll, pero no lo es. Si acaso, un rock and roll light y con queso. Es decir, otra cosa. El quinteto capitaneado por el simpático Dylan Ferro posee muy buenas maneras de grupo que podría hacer rock and roll, y del bueno; pero no llega a embarrarse en las suciedades sonoras, de texto, de rabia y de actitud que el género exige. Hay que valorar la valentía del grupo, que basó la mayor parte del concierto en su repertorio recién editado. Tuvo el detalle, además, de que la mayoría de las canciones las ofrecieron en su versión castellana, ya que de casi todas ellas también disponen de la inglesa dado el afortunado carácter bilingüe de sus componentes, todos ellos de Gibraltar, con sangre británica e hispana en sus venas. Dylan comunica bien, canta de manera creíble y los músicos resultan muy eficaces, cada uno con su instrumento. Se mojó con su alegato contra la situación en Irak, que fue respondido con el consabido grito de "no a la guerra" durante un buen rato. El público goza, salta y corea sus canciones, y como eso es al fin y al cabo lo que pretende conseguir una banda de entretenimiento, quizá sobren los reparos.

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