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ANTOLOGÍA DE BABEL | VERSOS DE PEDRO SALINAS PARA JOSÉ MANUEL BLECUA

Aleluyas

Llorando de erudición

nace Blecua en Aragón.

Aún andar no se le ve

y [ya] pone notas al pie.

(Que con la pelota, antes,

juega con las variantes.)

Sus juguetes favoritos,

[infolios] y manuscritos.

Sus pasos los dirigía

todos por cuaderna vía.

Le llaman, por darle mimo,

tetrastrofo monorrimo.

Su abuelita, en vez del coco,

dice: "Que viene el barroco".

Si a un perro le ofrece pan,

le dirá: "Tomad, Boscán".

Ingresa en el Instituto

y aprende el anacoluto.

Se pasa varios milenius

leyendo glosas de Xenius.

Se pone por penitencia

leer a Hurtado y Palencia.

Arma una marimorena

por un Juan de más o Mena.

En Madrid o en Zaragoza

oscuros textos desbroza.

Acaba su vida errática

en profesor de gramática.

Le atiza un sobresaliente

Más información
"¿Usted es Blecua?"

al que sabe a Gil Vicente.

A este, dice, no le paso;

no conoce a Garcilasso.

A ese: vuelva en setiembre,

no sabe el verso bimembre.

Ignorante tan intonso,

que lea a Dámaso Alonso.

Antologías escribe [t]

famosas hasta en el Tíbet.

Edita a los Argensola

sin sola una coca-cola. (1)

Transportado en avïón,

llega a orillas del Hudsón.

En las tiendas de juguetes

gasta dimes (2) y diretes.

Llama la atención su pinta

elegante por la Quinta.

Luego a Middlebury arriba

y zumos de lata liba.

[Anda el dinámico Blecua

siempre, aquí, de Ceca en Meca.]

A las horas de comer

se le ve palidecer.

De pena se queda mudo

ante menú tan menudo.

[La mirada le retoza

al ver a una buena moza.]

Y ahora a castigar la glotis

ofreciéndole este chotis.

[El juglar de Maryland]

1. Nota de Blecua: [Barbaridad]. De hecho, los dos versos de Salinas, corregidos por aquél, dicen: "Y sin beber cocacolas / se edita a los Argensolas." 2. Nota de Blecua: [Moneda de 10 centavos].

CHOTIS

Blecua

es baturro que castiga,

del Pilar a Middlebury

no ha quedado una cantiga

a que no le saque miga

con estilo y con primor.

Blecua

coge silvas y soneptos

y les saca los conceptos

y entre comidas de bote

él aclara a Don Quijote

y dolora a Campoamor.

Blecua

o comenta a Juan de Mena

castigándose la glotis

o se agarra a una morena

para marcarse unos chotis

que ni el mejor Cejador.

Blecua

con su sordera y su labia

tiene a las chicas en Babia.

Si echa mano a la estilística

no hay una que se resística

a su verbo arrollador.

Duro con él,

dale a Gracián,

muera Pemán,

José Manuel.

Anda que te ondulen

con la pelmanén

y pa suavizarte, que te den Rubén.

Se lo pués pedir a Jorge Guillén

porque a don Ramón

no ha nacido quién.

[El anónimo de Baltimore]

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