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Crítica:DORMIR
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Dormir en un cenobio sin renunciar al secador

HOSTERÍA DEL MONASTERIO DE SAN MILLÁN, historia y buenos vinos en la cuna del castellano

El monasterio de San Millán de la Cogolla tiene sus dependencias repartidas en dos enclaves geográficos distintos aunque relativamente próximos: el de Suso, de estilo mozárabe, junto a la cueva en la que viviera este santo ermitaño; y el de Yuso, herreriano, emplazado en el valle del río Cárdenas, donde fueron halladas las glosas emilianenses, génesis de la lengua castellana. Entre estos muros, actualmente ocupados por una comunidad de monjes agustinos, se ofrecen desde hace apenas un lustro 24 habitaciones constituidas gracias al Gobierno de La Rioja en una sosegada hostería. En el exterior, se sucede cada domingo una romería popular que irrumpe en el monacato a bordo de decenas de autocares, ávida de conocimientos históricos y gusto por la buena mesa.

HOSTERÍA DEL MONASTERIO DE SAN MILLÁN

Categoría oficial: 4 estrellas. Dirección: Monasterio de Yuso, s/n. San Millán de la Cogolla (La Rioja). Teléfono: 941 37 32 77. Fax: 941 37 32 66. 'Web': www.sanmillan.com. Instalaciones: jardín, salón, sala de convenciones (para 120), bar, restaurante. Habitaciones: 1 individual, 20 dobles y 3 'suites'; con baño, calefacción, teléfono, minibar, televisión vía satélite, radio y secador. Servicios: algunos cuartos adaptados para discapacitados, admite animales, alquiler de bicicletas. Precios: temporada alta, 99,17; baja, 81,40; desayuno, 7,15; todos + 7% IVA. Tarjetas: Master Card, Visa, 6000. Cierra: del 7 al 25 de enero; Nochebuena, Navidad, Nochevieja y Año Nuevo.

Arquitectura ...

9

Decoración ...

5

Estado de conservación ...

7

Confortabilidad habitaciones ...

5

Aseos ...

6

Ambiente ...

5

Desayuno ...

5

Atención ...

8

Tranquilidad ...

7

Instalaciones ...

7

En el oratorio extradominical, el nuevo claustro acristalado resuelve la siempre difícil compatibilidad entre el vestíbulo, la zona de recepción y un tranquilo salón de estar. Más allá se abre una puerta a las huertas y la línea tapial que separa el monasterio del bosque inmediato. El recogimiento interior se aprecia mejor en los fríos días de invierno, cuando el salón habilitado en el primer piso invita a la molicie o a la lectura durante horas, entre cafetines y pinchos, por mucho ruido que armen los mármoles, florones, dorados y otros brillantines en los que se fundamenta su decoración.

Tampoco suenan a mandolina los dormitorios comunes, exageradamente impersonales para el arpegio espiritual al que responden, aunque más comodidades y ambiente de hotel ofrezcan sobre lo que eran las antiguas celdas cenobiales. Los cuartos de baño aseguran la necesaria pulcritud, así como unas baldas llenas de amenidades cosméticas y unos lavabos acordes con su capacidad doble. A poco que el bolsillo se estire merece una vigilia la suite Real, joya de este monasterio hotelero, ubicada en los aposentos privilegiados del abad -que se sepa, desde al menos el siglo XVII- y dotada de un amplio salón con vistas al patio de acceso a la hostería, sobre el fondo de sierra y bosques que oculta los arcos mozárabes de Suso.

Bosques y viñedos de La Rioja Alta rodean la Hostería del Monasterio de San Millán.
Bosques y viñedos de La Rioja Alta rodean la Hostería del Monasterio de San Millán.FERNANDO GALLARDO

ALREDEDORES

SIN SALIR del perímetro monástico, la iglesia diseñada por el abad Miguel de Alzaga guarda las reliquias de san Millán. El retablo mayor exhibe ocho pinturas de Juan Rizzi, el mejor de los artistas claustrales españoles. A pie debe hacerse la subida al monasterio de Suso, alzado por los mozárabes al filo del siglo X, y donde reposan los siete infantes de Lara. La ruta continúa con la visita a Santa María la Real de Nájera, el monasterio de Cañas, la abadía de Valvanera y la basílica de Nuestra Señora de Arcos. Por curiosidad, muy cerca está el pueblo de Berceo, cuna del autor de las Cantigas de Santa María, Gonzalo de Berceo. En cualquier sitio se puede comprar miel de Anguiano, pimientos de Tricio y vino de Cordovín.

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