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DÍAS DE OCIO

Ochenta diseños de Manuel Piña recuperan la noche y la moda que nació con la movida

Una muestra rinde homenaje al creador que inauguró en 1985 la Pasarela Cibeles

Amelia Castilla

Bibiana Fernández, Carmen Maura, Ana Belén y Rossy de Palma lucían sus creaciones en el Madrid de la movida. Manuel Piña (Manzanares, Ciudad Real, 1944- 1990) fue uno de los eslabones de lo que en los años ochenta empezó a conocerse como la moda de España. Con él y un puñado de jóvenes creadores se estrenó la Pasarela Cibeles en 1985, en una carpa, alquilada al circo de Teresa Rabal e instalada en la plaza de Colón. Ochenta de sus diseños se exhiben ahora, en una exposición que fue inaugurada anoche en el Círculo Bellas Artes.

La ropa ha sido cedida por el Ayuntamiento de Manzanares y amigas del modista manchego

"Sabía que mi presentación podía ser un cañonazo, y así fue. A tope de público y con un camerino lleno de barro del que salían mujeres muy guapas y muy modernas. En aquella colección introducía ya el color y las formas pegadas, insinuantes; las mujeres y la música tenían buena onda", escribió el diseñador Manuel Piña, en uno de sus cuadernos al concluir el primer desfile de la Pasarela Cibeles, en 1985. Casi 20 años después, las palabras del modista, fallecido a causa del sida en el momento en que su carrera empezaba a despuntar con fuerza fuera de nuestras fronteras, se recogen en el lujoso catálogo de Manuel Piña, en Pasarela Cibeles, 1985 / 1990. La exposición, en la que se mezclan 80 de sus diseños, alternados con las fotografías realizadas en sus desfiles por Javier Vallhonrat, se enmarca dentro del programa de actividades culturales de Madrid Vive la Moda, organizado por la Institución Ferial de Madrid (Ifema).

Isabel, la modista de toda la vida de Manuel Piña y actual jefa de taller de la diseñadora Sybilla, ponía ayer por la mañana unos alfileres a uno de los diseños del creador manchego, un sensual vestido negro de noche, acabado en unos volantes enmarcados por aros, por el que no parece haber pasado el tiempo. Isabel eludió estar en la fiesta de la inauguración por motivos sentimentales: "No podría contener las lágrimas".

Desfile de 1985

A su lado, Cuca Solana, directora de Cibeles y comisaria de la muestra, recordaba con emoción aquel desfile de 1985 con el que se inauguró. Su presencia en la pasarela madrileña se hizo habitual hasta su retirada en 1990, pero su imagen, con la cabeza rapada o tocado con un pañuelo negro al estilo pirata, o con un parche en el ojo derecho, destrozado por un herpes zóster en sus últimos años, se hizo familiar en la noche madrileña. Amigo personal del fotográfo Alberto García-Alix, del director de cine Pedro Almodóvar o de los pintores Juan Carrero y Enrique Naya, Costus, Manuel Piña se convirtió en una de las caras más emblemáticas de las noches de la capital.

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"Estuve muchas veces en su casa. La casa de Manuel Piña fue siempre una de las citas imprescindibles de la movida y de la moda de España. De aquellos tiempos de vino y rosas recuerdo su bañera llena de Moët-Chandon, de esto hace 20 años, su inmensa terraza llena de alfombras y candelabros....", cuenta en el catálogo el periodista Pedro Mansilla.

"Conocí a Manuel unos años antes del desfile inaugural de Cibeles. De hecho fue uno de los diseñadores españoles seleccionados por Galerías Preciados para la venta de sus colecciones en corners individuales, bajo el nombre de Nuevos Creadores Españoles, instalados en catorce de sus tiendas en toda España", recuerda Solana, que ayer lucía una chaqueta de punto marrón, diseñada por el creador.

Los 80 trajes de Manuel Piña se exhiben sobre un fondo oscuro, en maniquíes o en bustos de madera. Entre volúmenes geométricos, cinturas entalladas, cuerpos pegados con aletas, gasas envolventes, transparencias y hombros marcados se puede seguir toda la trayectoria del modista.

Reunir los trajes que se exhiben en esta retrospectiva del genial creador no ha sido tarea fácil. Tras su muerte, más de 1.000 prendas quedaron almacenadas en su pueblo, en casa de un familiar. Una parte importante fue recuperada posteriormente por el Ayuntamiento de Manzanares, que proyecta dedicar un museo a la figura de Manuel Piña. "Entre la ropa cedida por el municipio -casi un 80% de lo exhi-bido- y los trajes de algunas de sus mejores amigas, como Ana Gavin, hemos montado esta muestra en la que hay ropa de todas las épocas y a la que, si hay que poner alguna pega, yo diría que falta su ropa de calle, la que se compraba en su tienda, situada al lado del Retiro", aseguró Solana.

Las dificultades iniciales para reunir algunos de sus diseños más representativos se convirtieron después, al hacerse público el proyecto de Ifema, en una avalancha de llamadas de clientas del diseñador para ofrecer alguno de sus modelos, guardados con orgullo en el fondo de un armario. "Al final, tuvimos que dejar fuera mucha ropa porque tampoco queríamos recargar excesivamente la muestra", añade Solana, que lleva desde el pasado mes de septiembre dedicada a preparar la exposición.

Algunos de los maniquíes y los bustos de madera utilizados en la muestra son propiedad del Ayuntamiento de Manzanares. En algunas de estas figuras, peinadas por Ángela Navarro, pueden reconocerse las caras de las modelos Elena Barquilla o Celia Forner. "He tratado de buscar maniquíes nuevos y me he encontrado con que los diseños actuales tienen la cara de Esther Cañadas", contó la comisaria de la muestra.

Manuel Piña en Pasarela Cibeles 1985 / 1990. Hasta el 26 de febrero. Círculo de Bellas Artes. Salón de Baile, segunda planta. Marqués de Casa Riera, 2. De 11.00 a 20.00.

GORKA LEJARCEGI

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