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El 10% de las chicas de 15 y 16 años se provoca el vómito para adelgazar

El 12% de las chicas ayuna durante 24 horas para reducir su volumen corporal

Mantener una figura estilizada preocupa mucho a los 120.000 adolescentes de 15 y 16 años que viven en la región, según una encuesta de la Consejería de Sanidad. Un 39% de las chicas ha hecho dieta en el último año, un 36% cree sufrir sobrepeso, un 12,4% ha estado 24 horas sin comer para perder volumen y un 9,8% ha usado una medida aún más drástica: provocarse el vómito tras las comidas. El sondeo revela otro dato preocupante: mientras el número de adolescentes que cree sufrir sobrepeso baja, el de quienes usan las medidas más drásticas para rebajarlo se multiplica.

La gran preocupación de los adolescentes por su figura y el amplio abanico de medidas que utilizan para controlarla es la conclusión más importante del estudio hecho por Sanidad. Éste revela que las chicas dan mucha más importancia que los chicos a su peso, pero que las diferencias entre los dos sexos se acortan. Si se comparan los resultado de 2001 y 2002 con los de 1996 y 1997, el aumento de chichos que se someten a dietas para perder peso ha aumentado en un 25,7%, más del triple que las chicas.

La encuesta hecha por Sanidad está incluida en el Sistema de Vigilancia de Factores de Riesgo asociados a Enfermedades No Transmisibles (Sivrent), dirigido a la población juvenil, con el que el Gobierno regional mide desde 1996 las costumbres y su impacto en la salud de los adolescentes de la región. Unos 2.127 adolescentes de 15 y 16 años de escuelas de educación secundaria de toda la región, públicos y privados, han respondido al cuestionario.

Tres 'métodos'

Las medidas menos saludables o más agresivas para perder peso ganan adeptos entre la juventud, que cada vez las practican más, según el sondeo. Estas tres técnicas son el consumo de medicamentos -diuréticos (sustancias que hacen perder peso porque el cuerpo retiene menos líquidos), laxantes y/o píldoras adelgazantes-, no comer durante 24 horas o provocarse el vómito tras ingerir alimentos.

Un 20% de las chicas y un 5,1% de los chicos se somete a una de las tres medidas. Un 6,2% de ellas utiliza dos, y una de cada 100 chicas no duda en aplicarse las tres simultáneamente.

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Seis de cada 100 adolescentes ha consumido diuréticos, laxantes o píldoras adelgazantes en los 12 meses anteriores a la realización del sondeo, en abril de 2002. Los chicos que hacen lo mismo son 10 veces menos, un 0,6%. Estos porcentajes han crecido un 10% entre ellas y se ha doblado entre los chicos en sólo un año, desde la última encuesta de Sanidad en 2001.

Una de cada diez adolescentes, un 9,8%, se provoca el vómito para que su cuerpo no digiera los alimentos que acaba de consumir y así no engordar. Entre los adolescentes este porcentaje se reduce a un 1,6%. De nuevo, los dos porcentajes han crecido notablemente en el último año, un 25% entre las chicas y un 250% entre ellos.

La idea de pasarse 24 horas en ayunas para perder peso la han llevado a la práctica una de cada ocho chicas. Entre ellos, la proporción es de uno de cada 30. En el último año, un 50% más de adolescentes ha adoptado este comportamiento que doce meses antes.

El uso de todas estas estratagemas para perder peso cabe buscarlo en la imagen que los adolescentes tienen de sí mismos. Un 36% de las chicas cree que están gorda, que sufren sobrepeso o que son obesas. Este porcentaje dobla al de los chicos, un 18,3%.

Para combatir esta imagen que no les gusta, un 30,8% de las adolescentes se somete a dieta con la intención de adelgazar. Entre los chicos este porcentaje se reduce al 7,2%. Otro 8,3% de chicas y 7,3% de chicos también hace dieta, aunque ésta es más suave ya que lo que pretende es simplemente no ganar peso.

Estos porcentajes no han variado significativamente entre las adolescentes desde el anterior estudio de Sanidad. Sí lo ha hecho, en cambio, entre los chicos. Un 11% de ellos se han incorporado al cuidado de su peso mediante la dieta.

Presión social

La gran mayoría de los adolescentes que están a dieta la hacen porque quieren sentirse más a gusto consigo mismos. "La mayoría no desarrollará nunca trastornos alimentarios, pero si un adolescente consume medicamentos para adelgazar, ayuna o se provoca el vómito, el trastorno ya existe", explica Antonio Escudero, presidente de la Asociación Madrileña de Salud Mental. Escudero cree que la dieta que hacen los adolescentes se explica por el momento de la vida en el que están. "La adolescencia es un momento de grandes cambios, que afecta a la autoestima de quien vive en un contexto de presión social para tener el cuerpo ideal. El propio cuerpo es uno de los elementos más evidentes del ser del adolescente y en él vuelca sus ansias de gustarse más", añade Escudero.La visita al médico para que la dieta del menor no afecte a su salud y su desarrollo es la medida que recomienda Escudero en un asunto sobre el que "tampoco hay que dramatizar". "Hay que ser muy vigilante, en cambio, con los comportamientos de riesgo como vómitos, ayuno o el uso de medicamentos. En este caso, es necesario acudir a un especialista en salud mental para atajar el problema", concluye.

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