La justicia belga descarta una trama pederasta en el 'caso Dutroux'
El enemigo público número uno en Bélgica, Marc Dutroux, presunto autor del crimen más notorio en el país, en el que murieron cuatro adolescentes después de ser violadas, deberá pasar finalmente por el banquillo de los acusados junto a su esposa, Michelle Martin, y Michel Lelievre. El Tribunal de Neufchateau, una localidad próxima a la frontera con Luxemburgo, estimó ayer, después de seis largos años de instrucción, que existen cargos suficientes para procesar a los tres. La sorpresa es que se ha excluido al empresario Michel Nihoul, quien tiene estrechas relaciones con políticos y con la Casa Real belga.
Marc Dutroux está acusado del rapto, secuestro y muerte de Melissa Russo y Julie Lejeune, y de otras dos adolescentes flamencas, An Marchal y Eefje Lambrecks, que fueron encontradas muertas en agosto de 1996. Además se le acusa de haber violado a otras dos adolescentes, Sabine Dardenne y Laetitia Delhez, que fueron encontradas vivas en un sótano. Este rocambolesco descubrimiento conmocionó a los belgas y sumió al país en una profunda vergüenza cara al exterior, que hoy todavía le pesa. Se habló incluso de una trama pederasta que tocaba directamente a la alta sociedad del país.
La decisión del Tribunal de Neufchateau se esperaba ayer con interés y fue recibida con decepción por los familiares de las niñas porque aleja la hipótesis de la trama organizada, en la que el empresario bruselense habría actuado como intermediario entre Dutroux y un nutrido grupo de "clientes poderosos". Las acusaciones de los jueces se concentran exclusivamente en Marc Dutroux, su mujer y Lelievre, y afirman que no hay base para juzgar a Nihoul por intento de secuestro de las menores.
Nihoul fue implicado en el caso porque supuestamente habría proporcionado a Lelievre pastillas de éxtasis un día después del secuestro de una de las adolescentes y a partir de ahí se creó en torno a su nombre la participación en la supuesta red pedófila. Lo curioso es que Dutroux decidió hace tres días cambiar de abogado para romper con la estrategia seguida hasta ahora en su defensa, para así implicar a otras personas y evitar que toda la responsabilidad recaiga sobre él. El juicio podría comenzar a finales de este año o, a más tardar, a comienzos de 2004.
