_
_
_
_
_

Un 3,7% de las 120.000 adolescentes madrileñas padece anorexia o bulimia

Sólo un 19% de las enfermas sigue algún tratamiento, según un estudio de Sanidad

Un 3,7% de las 120.000 adolescentes madrileñas con edades entre los 15 y los 18 años (4.400) padece anorexia o bulimia y otro 7,6% (9.000) tiene un alto riesgo de sufrir esos trastornos alimentarios. Además, sólo dos de cada diez afectadas siguen un tratamiento. Éstas son las conclusiones de un estudio realizado por la Consejería de Sanidad en 17 centros escolares para conocer cómo afectan a las adolescentes estos trastornos caracterizados por ayunos o voracidades extremas. En total, fueron entrevistadas 1.248 chicas por un equipo de psiquiatras y psicólogos.

La Consejería de Sanidad considera que los resultados de este estudio (www.madrid.org/sanidad/salud/vigilancia/boletin/pdf/octu2002/pdf) "son similares a los de otras investigaciones realizadas en nuestro entorno". Y concluye que los trastornos alimentarios "son uno de los problemas de salud crónicos con más incidencia entre las adolescentes madrileñas".

Los responsables de la investigación reconocen que cada vez llegan más casos de trastornos alimentarios a las consultas psiquiátricas y de atención primaria. Pero no saben si esa mayor demanda de asistencia se debe a que estas enfermedades mentales son cada vez más frecuentes por el culto a la delgadez extrema o si, simplemente, es consecuencia de un mejor conocimiento de estas patologías tanto entre los médicos como entre la población en general. Lo que sí tienen claro es que sigue siendo necesario promocionar hábitos alimentarios saludables.

De las 1.248 chicas entrevistadas para el estudio -entre diciembre de 2000 y mayo de 2001-, a 46 se les diagnosticaron trastornos alimentarios. Diez de ellas padecían bulimia y nueve anorexia, aunque la mayoría (27) eran "casos incompletos"; es decir, no cumplían todos los requisitos para ser diagnosticados como anorexia o bulimia.

A otras 95 chicas, se las incluyó en un grupo de riesgo porque seguían dietas draconianas o presentaban un desmedido culto a la imagen. Aunque ninguna de ellas sufría trastornos alimentarios en el momento de la entrevista, los psiquiatras y psicólogos de Sanidad consideran que tienen muchas posibilidades de padecerlos. Un informe anterior de la Consejería de Sanidad, realizado en 1999 entre 4.334 adolescentes de ambos sexos, concluyó que un 15% de las chicas y un 2,2% de los chicos presentaban riesgo de sufrir anorexia o bulimia.

Según los autores del estudio, las adolescentes con madres que trabajan fuera del hogar tienen mayores probabilidades de desarrollar algún trastorno alimentario. Por lo demás, siempre según las mismas fuentes, estas patologías no entienden de clases sociales y afectan tanto a jóvenes de familias adineradas como a las de ambientes obreros.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

35 preguntas

A las 1.248 jóvenes se les realizó una encuesta en el aula y una entrevista clínica, a cargo de psiquiatras y psicólogos, para la que se pidió autorización a sus padres. Dicha entrevista constaba de 35 preguntas dirigidas a descubrir si la chica se sometía a algún tipo de restricción alimentaria y si mostraba alguna preocupación por la comida, el peso y la figura. A las muchachas que así lo querían se les pesó y talló. Las encuestas se realizaron en 17 centros escolares públicos y privados de toda la región a estudiantes de los dos últimos cursos de la ESO, de bachillerato y de formación profesional.

En la unidad de psiquiatría infantil del hospital Niño Jesús, pionera en la atención de los trastornos alimentarios, dos de cada tres ingresos se deben a la anorexia y la bulimia. De los 130 menores que pasaron por las 14 camas de esta unidad en el primer semestre del año pasado, 95 sufrían anorexia o bulimia y el resto otro tipo de problemas mentales. Este mismo centro atiende a chicos en sus propios domicilios y también en régimen ambulatorio.

La anorexia nerviosa se caracteriza por un miedo obsesivo a engordar. El enfermo (mujeres en un 90% de los casos) distorsiona la visión de su propio cuerpo y, aunque esté flaco, se siente obeso. En las mujeres provoca amenorrea (retirada de la menstruación). La bulimia es la otra cara de la misma moneda: el afectado se pega atracones de comida y luego, arrepentido, se provoca el vómito.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_